C U A T R O "Amigos"

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Viernes, 22 de Junio del 2018.

C A R O L I N A

— ¿Estuviste hablando con él? — Marcela abre la boca sorprendida y yo asiento sonriente.

Me sorprendió que él fuera a verme, nunca nadie ha hecho algo así por mi.

— Me enamoré más. — bromeo haciendo un puchero.

— Como si eso fuera posible. — mi amiga rodando los ojos.

— Sabes que... lo tuve tan cerca, y no andaba con sus lentes, podía ver toda su bonita cara, aunque solo me atrevi a mirarlo cuando me preguntó lo que había pasado porque no podía creer que él estuviera ahí preocupándose por mi, y luego lo miré unas cuantas veces cuando parecía que estaba perdido en la nebulosa. — me río y Marcela me sigue.

— Creo que le estás empezando a gustar.

— Tal vez solo... Quiso ser amable.

— Eso no tiene nada de amable, ahí hay más. — insiste Marcela.

— No lo creo. — reniego cruzando los brazos.

— Ay si tú, nunca crees cuando le gustas a un niño. Cuando mi mejor amigo estaba interesa en ti, le rompiste el corazón dejándolo en la friendzone antes de que siquiera te invitara a salir.

— ¡Yo no sabía que él estaba interesado en mi! ¡Nunca me dijiste!

— Creí que era obvio que se moría por ti.

— Pues yo no lo noté.

— Todos se daban cuenta, menos tu Carolina. — se golpea la frente y niega con la cabeza como si no tuviera remedio conmigo.

Y es la verdad.

Nunca he tenido novio porque digamos que soy algo estúpida cuando se trata de hombres.

Además esta esto de que yo nunca antes me había fijado en un chico, como lo hago con mi Crush.

Nunca me había gustado un chico en realidad.

Hasta yo empezaba a creer, como toda mi familia, que era lesbiana.

Porque todos decían que mi amigo Bruno estaba enamorado de mi desde siempre, y que si yo era ciega para no verlo, aún más por no gustarme él, si es un chico guapísimo. Es el hijo de la mejor amiga de mi mamá, y ambas sueñan con que estemos juntos. Al igual que todo el barrio en el que vivimos y crecimos.

Nunca fuimos a la misma escuela, ni ahora al mismo colegio, pero pasábamos todas las tardes juntos, y a veces los fines de semana nos juntamos con mi primo. Los tres somos mejores amigos desde pequeños, y a Bruno yo lo veo simplemente como veo a mi primo, como un hermano y un gran mejor amigo.

— ¡Ya mañana es el paseo! — habla emocionada Marcela y yo sonrío asintiendo.

— ¡Ahhh! — suelto un gemido extraño a lo que Marcela se ríe como loca.

— Espero nos dejen ir juntas en el bus, quiero dormir, y no tengo suficiente confianza con los demás como para apoyarme en ellos y dormir.

— Si sabes que los chicos te consideran, además... — muevo las cejas sugerente — A Diego le gustas, y lo sabes. — le pico las costillas y se retuerce gritando.

— Bueno lo sé, pero eso no quiere que decir que me le vaya a tirar encima.

— Tienes oportunidad con él, no sé por qué aún nada de nada entre ustedes.

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