D O C E "La dulce abuela"

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Sábado, 14 de Julio de 2018.

C A R O L I N A

- Te va a adorar.

- ¿Crees que parezco bruja con el cabello así? Mejor lo agarro. - estoy recogiendo mi pequeño cabello a medias cuando él me baja las manos negando con la cabeza.

- Estás bien así ¿ya? Te ves tan bonita así, bueno, con el cabello agarrado también te ves bien, pero me gustas más cuando lo tienes suelto.

¿Qué acaba de decir?

Lo observo en silencio sintiendo una sonrisa formarse en mis labios al mismo tiempo que lo veo ponerse rojo.

Acaba de decir que le gusto.

¡Le gusto!

- Ven, vamos. - Kenny me toma de la mano y caminamos hasta el taxi que nos está esperando afuera de mi casa.

Pudimos irnos en bus, pero él insistió.

- Mi abuela nos esta esperando en el centro, quiso llevar a mis hermanos a comer, y por eso me dijo que te invitara. Mientras tanto ahora están comprando cosas para mis hermanas, ya sabes, pasean por la nueve de octubre, cerca del malecón.

- Está bien. - se inclina hacia mi y besa mi mejilla suavemente apretando mis manos en su regazo.

- Te va a gustar mi abuela, es de mis personas favoritas en el mundo, como tú. - nos sonreímos con nuestras narices rozandose.

Se ve tan guapo con su camisa roja y sus blue jeans. Yo me puse también unos jeans y una blusa de tiras negra con un bordado precioso en el cuello.

Cuando bajamos del taxi afuera de un KFC, Kenny me da la mano al bajar y entramos agarrados de la mano al local de comida.

Nos dirigimos al segundo piso del lugar, supongo que Kenny sabe donde le gusta sentarse a su familia.

Capto a Kenya en una mesa, ni un rastro de los más pequeños, deben estar en esos juegos que hay en el local, una señora de cabello negro también pero con muchas canas demostrando su edad, nos enfoca a ambos caminando en su dirección, siento nerviosismo cuando mira de más nuestras manos agarradas, no sé por qué, pero siento ganas de esconderme.

- Buenas tardes. - trato de que mi voz no suene temblorosa.

Sus ojos se hacen chiquitos, se iluminan cuando sonríe en grande y me abraza como Kenia la primera vez que me conoció.

- Es un gusto conocerte al fin, eres tal como decían mis nietos. Aunque el de aquí es quién principalmente no para de hablar de ti. - señala al chico a mi lado, siento cosquilleos de vergüenza y también emocionada de saber que piensa en mi tal vez tanto como yo lo hago con él.

- Tita, no la asustes... - se queja Kenny, uno de sus brazos pasan por mis hombros y me pega a su costado - ¿Ya ves que le has caído bien? - susurra en mi oído al mismo tiempo que abre una silla para mi frente a su abuela y su hermana, quién me ha saludado con la mano.

La señora Tatiana, la abuela, se va a comprar la comida con mi Zombie y me quedo sola con Kenya.

- La primera y última vez que te vi no hablamos demasiado - sonríe apoyando sus antebrazos en la mesa - ¿Cómo comenzaron mi hermano y tú? Se lo tenía tan guardado hasta ese día que te llevó a casa.

No creo que sea tan lindo decirle a la hermana de tu Crush que has estado loca por su hermano desde hace un año.

Además... Kenny y yo no somos novios, ni siquiera nos hemos besado y ninguno de los dos ha mencionado algo, creo que estamos bien así, no lo sé, no entiendo bien esto que pasa entre nosotros, pero no me quejo.

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