глава 1

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Anzor Kuznetsov

Me había despertado hace ya media hora, me encontraba acostado en mi cama mirando el techo pensando en mi vida, en mi hermano, aquel que era lo mas importante que tenia solo éramos el y yo contra el mundo, mis padres..sos malditos los odio demasiado, mi pequeño hermano Artemi y digo pequeño solamente porque es exactamente 4 minutos menor que yo, aun con nuestros 29 años de edad sigo molestándolo con eso, es realmente divertido, solemos molestarnos jugarnos muchas bromas entre nosotros aunque las 23 hs del día me la paso dando ordenes y dirigiendo nuestra empresa lado a lado con mi hermano por lo menos una de todas esas horas me encuentro relajado y alegre tanto como para tomarme el tiempo de fastidiarlo, soy el mas serio y amargado según el, mientras que el es todo risas y alegría a pesar de nuestras cicatrices a veces lo envidio y quiero golpearlo cuando se pone cariñoso en publico sabe que lo destesto, detesto que me toquen pero le importa una mierda lo que le diga y lo hace igual me alegro tanto que no haya presenciado lo que sucedió esa noche, todos los malditos día de mi vida se repiten esas escenas una y otra vez pero fue lo mejor..

No tenia ni la mas mínimas ganas de levantarme era domingo y hacia un día de mierda, lluvioso y frio hoy en New York amaneció como en mi querida Rusia todos los malditos días húmedo y el invierno te re cagas de frío, el invierno es la estación dominante, por lo general húmedo, fresco y corto y en cuanto a primaveras y otoños muy cortos pero no volvería, no volvería jamás..como sea estaba malditamente cansado, nuestra empresa me tenia agotado últimamente andamos de aquí para allá, de cuidad en cuidad, de país en país, con contratos, reuniones, entrevistas y bla bla bla, era malditamente cansador pero era lo que nos gustaba a lo que con tanto esmero dedicamos cada día de nuestras vidas.

No se por cuanto tiempo mas me fui del mundo que el ruido de mi puerta me trajo en picada nuevamente.

- Bueeeenas mañanas mi querido hermanito- gruñi, Artemi se hizo presente en mi cuarto vestido únicamente en bóxers, por lo menos anda en bóxers hay días en que el maldito anda completamente desnudo.

- Te he dicho un millón de veces que no entres a mi cuarto sin tocar maldición.- volví a gruñir, mi hermano rodeo los ojos.- además yo soy el hermano mayor asique como tu deber de hermano pequeño deberías de obedecerme.- acote.

- Bla bla bla, ni un buenos días para tu mellizo, sos un maldito sabias.- me contesto ofendido reí, podía ser un grano en el culo a veces pero era mi hermanito y lo amaba demasiado, éramos muy unidos. La gente que no sabia que éramos hermanos creían que éramos pareja.

- aug a veces te pones insoportable lo sabias?- le pregunte levantándome de la cama yo por lo menos usaba unos pantalones de pijama.

- Aun así me amas, verdad hermano?- me dijo sonriendo. Asentí

- Para tu suerte si..- le dije estirando mi cuerpo mierda como me dolía.

- Es que soy adorable y muy atractivo que te digo.- alardeo, rodee los ojos y me dirijo para el baño.- Dimitra preparo el desayuno hermano, te espero para desayunar?.- me pregunto, yo solo le conteste un si en alto para que escuchara, a lo que en respuesta escuche la puerta de mi cuarto ser cerrada. Dimitra era como nuestra madre, era la que se encargaba de que la casa esta limpia y de cocinar junto con Orel su esposo ambos nos cuidaron como a sus hijos desde jóvenes nos dieron asilo hasta que de a poco terminamos nuestra carrera con honores y pudimos crear nuestra empresa millonaria obviamente se habían ganado nuestro cariño asique bien compramos la mansión los trajimos a vivir con nosotros, ellos trabajan no por que nosotros queríamos sino que ellos lo pidieron no querían vivir de arriba asique nos ofrecieron trabajar para otros sin paga obviamente nos negamos y hasta que aceptaron que les paguemos entramos en un acuerdo, les debemos demasiado... aquella mujer de 58 años era la mujer mas dulce que puede existir al igual que Orel con Artemi los apreciamos demasiado

Me di un baño relajante, luego de hacer mis necesidades, una vez seco lave mis dientas y salí, por suerte no luche con mi cabello ya que lo tenia corto era mucho mas fácil y no me demoraba tanto como lo hacia Artemi.

Cuando me cambie con una remera blanca y el mismo pantalón del pijama el cual estaban limpio salí por la puerta y camine por el pasillo, mierda esta casa era enorme tenia un pasillo extenso 6 cuartos con baños cada uno de ellos y en la planta baja otros dos baños mas, la cocina era inmensa al igual que la sala de estar la cual constaba con un televisión 72 pulgadas perfecta para la época de partidos, era moderna ya que con mi hermano nos gustaba mucho la tecnología pero no quitaba su toque hogareño gracias a Dimitra y Orel pero de igual forma siento que falta algo, me siento vacio al igual que mi mellizo, siento que necesitamos algo mas, pero demonios no se que.

Cuantro entre a la cocina Dimitra hablaba cariñosamente con Artemi al verme sonrío.

- Buenos días mi muchacho.- se acerco a mi y me abrazo me tense no me gusta el contacto físico pero no podía decirle que no esta mujer.- como dormiste?.- me dijo una vez me soltó.

- Dimitra bueno días, bastante mal me duele todo el cuerpo.- dije mientra me sentaba no sin antes saludar a mi hermano.

- oh mi muchacho ahora mismo te hago mi famoso té para que se te cure cualquier dolor.- no espero a que contestara y se fue a buscarlo, Dimitra tenia el don de curar todo los males con plantas raras y no se que cosas me acuerdo que de joven pensaba que era bruja.

- No... otra vez con sus tes horribles.- me queje mi hermano rio.- no se para que le dije.- me queje como niño otra vez.

- Ahora te va a embrujar y te pondrá a limpiar el piso con la legua.- rio a carcajadas cosa que me contagio.

- Dios no....- reímos pero callamos al segundo que Dimitra entro.-

- De que se ríen mis niños.- pregunto yendo a la pava lista con agua caliente y sacar otra tasa de la gaveta.

- Nada.- dijimos los dos al mismo tiempo tratando de no reír. Luego del episodio desayunamos junto con ella, Orel había salido al supermercado ya que hacia falta comprar cosas asique volvería mas tarde, luego de desayunas, con mi mellizo nos sentamos en frente al televisión a hacer una maratón de películas, era domingo y queríamos relajarnos ya que mañana tendremos que ir a la empresa.

Así pasamos todo el día, viendo tele o escuchando un poco de música hasta que Dimitra nos obligo a ayudarla a limpiar la mansión, no se cuanto tiempo paso pero ya era de noche y todos estábamos cansados, cenamos, nos despedimos y cada uno fue a dormir a sus respectivas habitaciones.

Me tire en mi cómoda cama sin saber que mi vida se iba a cambiar para siempre.

💀Los mellizos Kuznetsov💀⚫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora