Capítulo 19

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–Natalia's POV–

–Buenos días, señorita Lacunza –saludó mi secretaria, cuando me vio entrar por la puerta–. ¿Quiere que le dicte los planes que tiene para hoy?

–Solo quiero que traiga el contrato de Sabela Ramil a mi oficina. Y a ella.

Luego de un rato, mientras leía el contrato de trabajo de Sabela, ella entró por la puerta.

–Toma asiento –le pedí y ella me hizo caso.

Se sentó y me miró intrigada. Me recosté sobre mi asiento, dejando el bolígrafo en mi mesa y cruzándome de brazos.

–¿Sabes por qué estás aquí? –le pregunté.

–¿Para despedirme cómo a la mitad de la plantilla?

–No –respondí seria–. Y yo no los despedí porque quise, fueron ellos quiénes se buscaron su propia perdición.

–Hay mucha gente que necesitaba el traba...

Levanté la palma de la mano en el aire, haciendo que guardara silencio.

–¿Qué lo necesitaban? Si lo necesitaban, no se hubiesen ido a hacer una huelga absurda por trabajar unos días de más.

–¿Pero no entiendes que todos tenemos una familia?

–Yo no la tengo, así que no me expliques tonterías, por que no voy a entenderlo.

Sabela bufó.

–¿Y por qué no me despides a mi también?

–Porque me voy de viaje.

–¿Cómo que te vas de viaje?

–La empresa de Amsterdam ha obtenido una buena oferta de Apple y me necesitan para tomar ciertas decisiones –suspiré–. Necesito que te quedas cómo directora sustituta de esta empresa.

–Natalia, este es un cargo muy importante y yo no sé cómo voy a manejarlo. Además de que ahora estamos pasando por una baja de trabajadores –tenía la mirada asustada.

–Es simple, solo tienes que hacer de jefa y fruncir el ceño cuando algo no te guste. Antonia va ayudarte en todo.

–Pero Natalia...

–Escucha Sabela, aunque seas un dolor de cabeza, confío en ti. Llevamos trabajando muchos años juntas y no hay nadie mejor que tú para quedarte en este cargo.

–¿Cuándo te vas?

–Esta misma tarde.

–¿Cuánto tiempo?

–Tres semanas.

–¿Vas a pasarte el cumpleaños trabajando?

–Quién no trabaja, no gana –me balanceé hacia delante, mirándola seria–. Entonces, ¿aceptas el cargo? Es un si o no.

Sabela se quedó pensando un pequeño momento hasta que con una sonrisa contestó:

–Solo si prometes que te irás a beber algo por tu cumpleaños –fruncí el ceño–. Es un sí o no.

–Prometo hacerlo.

Me marché después de darle indicaciones a Sabela y anunciar, frente a los jefes de cada planta, que ella estaba completamente a cargo. Horas después, me encontraba sentada en la sala VIP del aeropuerto, esperando a que anunciaran mi vuelo por los altavoces.

–No sabía de la existencia de estos lugares.

Levanté la mirada y miré con una sonrisa a Julia, quien estaba preciosa con el pelo recogido y el labial rojo en sus labios.

Volverte a ver - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora