Antes de empezar, quería agradeceros vuestros bonitos comentarios.
Sois unxs preciosxs.
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—Sé que debí hablarlo contigo antes, sé que fue un gran error irme a escondidas —dijo la más alta, apretando un poco más a Alba contra su pecho—. Pero no había señal de que dieras tu brazo a torcer y te conozco muy bien. Si es no, es no.
—Lo que no quiero es que Emma crea que siempre va a salirse con la suya. Está a nada de cumplir los 18. Si no controlamos esa actitud suya, le irá muy mal —Alba se distanció de los brazos de Natalia, sentándose sobre la cama con mucho cansancio.
—Yo era igual a su edad, y no me ha ido tan mal —reflexionó Natalia—. Son etapas, amor.
—Yo creí que los coños eran una etapa, pero mírame, ¡casada contigo y con tres niños! —la morena se carcajeó, sentándose a su lado.
—Ay, cariño...
—Solo quiero el bien para nuestros pequeños, ¿vale? Quiero que sean felices.
—Ellos lo son, solo que cada uno está sumergido en su burbuja —Natalia pasó su brazo por la espalda de la más pequeña, atrayéndola hacia ella—. En un futuro cada uno aportará algo al mundo, de eso estoy muy segura. ¿Y sabes por qué? Pues porque tienen dos mamis cojonudas.
—Hace mucho que nadie dice eso de "cojonudas", Nat —Alba sonrió—. Pero si, somos dos mamis cojonudas.
Las dos rieron, embragándose de felicidad.
—Hoy he visto la escena más bonita entre Emma y Damion.
—¿El qué?
—Al parecer el cabreo de Damion hacia Emma fue por un vestido.
—¿Un vestido? —Natalia frunció el ceño, confundida.
—Como lo oyes, amada mía.
—Ya puedes explicarte —pidió la mayor, tumbándose sobre la cama.
Alba se lo explicó todo con mucha ternura, emoción y mucho orgullo. Natalia no paraba de sonreír, imaginando lo precioso que hubiese sido capturar el momento también.
–Si es que no hay dudas, tenemos los mejores críos de este planeta —dijo Natalia cuando acabó Alba—. Mañana mismo le quitamos el castigo a Emma.
—Alto ahí, Ferrari. Primero tenemos que marcar unas ciertas responsabilidades para ella.
—Pero...
Alba levantó el dedo índice y Natalia suspiró.
—¡Vale! ¡Vale! —accedió— Pero si pregunta quién fue de la idea, diré que fuiste tú.
—¡Natalia!
—Es broma —río Natalia—. Estamos en esto juntitas, nada de tonterías.
Se pasaron treinta minutos, entre risas, hablando sobre que harían con la mayor de sus hijas.
Y el resto de la noche, dándose mimos.
La parte favorita de las dos.
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Volverte a ver - Albalia
FanfictionDespués de 10 años sin verse, Natalia y Alba se reencuentran en una reunión de ex-alumnos. Natalia, en su mundo solitario y Alba, en su mundo compartido con una niña de 3 años, volverán a perder los sentidos la una por la otra. -Historia ficticia-