Antes de empezar:
1. No tengo ni idea sobre derecho o juicios.
2. Id a escuchar nana triste.
Ahora si...
———
Marina no pudo evitar llorar cuando escuchó las palabras del juez que la libraban de cualquier cargo. No pudo evitar, tampoco, abrazar con mucha fuerza a su hermana, bañándola con sus lágrimas. Aunque a Alba no le importó, puesto que ella también estaba llorando de emoción.
—Por favor, silencio —pidió el juez, dando golpes con su mazo—. Tenemos que pasar a la sentencia del joven Enric Busquets.
Alba y Marina tomaron asiento, sujetándose las manos con mucha fuerza. Era muy cierto que las dos eran muy felices por su absolución, pero aún quedaba la resolución tomada hacia Enric.
Los humedecidos ojos de Alba se conectaron con los de Enric antes de que este se levantara de su asiento. A Alba le entró un escalofrío, pero no quería darle el obsequio, así que se mantuvo rígida ante él.
Enric sonrió.
—Enric Busquets, ha sido acusado de homicidio en primer grado, tres intentos de asesinato en primer grado, así como otros cargos relacionados con la violencia y secuestro. Las normas de la profesión judicial impiden que expliquemos las pruebas en estos momentos, pero estamos completamente seguros de su involucramiento —el hombre se detuvo y aproximó su pesado cuerpo hacia delante, queriendo observar con detalle a Enric—. ¿Es usted consciente de esto, joven Busquets?
La sala se enmudeció, esperando una respuesta.
—¿Por qué no responde la señorita Reche? —jugueteó el muchacho, girando su rostro en busca de Marina—. ¿No crees que mi madre se merecía morir?
Marina se odió por el pensamiento, pero aceptó que Emília estaba donde tenía que estar: muerta.
—¡Joven, evite el contacto directo! —alzó la voz el juez—. Yo le he hecho la pregunta a usted.
—Enric, céntrate, por favor —pidió el abogado del muchacho, intentando calmarlo—. Señor juez, estamos a la espera de la sentencia, no queremos más preguntas.
—Está bien —el magistrado se puso recto y cogió aire con cansancio, sabiendo que lo que diría a continuación, sería muy largo—. Enric Busquets, usted ha sido encontrado culpable de las muertes en primer grado de la señora Emília Busquets y el señor Manel Busquets, así como también en el policía Gutiérrez; por el intento de asesinato referente a Marina Reche, Alba Reche y Natalia Lacunza, ocasionando daños severos a una de ellas; y entre otros, por cargo de violencia hacia la señora Alba Reche, provocando secuelas psicológicas y finalmente, por el secuestro de la señorita Marina Reche.
Alba y Marina se apretujaron más las manos, en el intento de calmar sus inquietudes, sus miedos y sus emociones.
—Por todo ello, el poder judicial, lo condena a 56 años de cárcel —prosiguió el juez—. Sin posibilidad de salida preventiva antes de que se cumpla dicha condena.
El abogado de Enric tomó asiento, llevándose las manos a la cabeza. Marina y Alba se abrazaron con fuerza. Enric se mantuvo quieto en su posición, mientras sonreía vacilante.
—¿Algo que añadir? —preguntó el juez, antes de dar por terminada la sesión.
—No me arrepiento de nada —respondió—. La campanita sigue sonando, Marina... ¡sigue sonando! —y empezó a reír con fuerza.
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Volverte a ver - Albalia
FanfictionDespués de 10 años sin verse, Natalia y Alba se reencuentran en una reunión de ex-alumnos. Natalia, en su mundo solitario y Alba, en su mundo compartido con una niña de 3 años, volverán a perder los sentidos la una por la otra. -Historia ficticia-