Wylfgard
—Resume la actividad de los caza-guardianes en los últimos meses —le pidió Keira a Conrad, el wylfgardiano que había quedado en segundo lugar en el torneo del heredero y que por tal motivo, ahora era un caza-guardián.
—Sólo hay un guardián que huye, el omega...
—Asterion, lo sé —interrumpió Keira. Miraba ella la secuencia de cuadros de los reyes y reinas anteriores en el trono—. ¿Qué noticias hay de él?
—Ninguna, es prácticamente imposible su rastreo. Deja ligeras huellas entre los lugares que visita, como si quisiera hacernos saber que sigue por ahí pero no quiere ser encontrado.
—Juega con nosotros —murmuró Keira.
—Su mundo favorito parece ser Midgard —explicó Conrad a sus espaldas—, es dónde más se ha encontrado su rastro, o también podría estar en lugares como Jotunhaim. Es un mundo en el que le es fácil entrar por su habilidades de manipulación del espacio-tiempo y es un mundo que nosotros no podemos pisar.
—¿Qué más tienes por decir?
—El alfa, reencarna sin indicios de periodicidad. Encontramos sólo el cuerpo sin vida y podría reencarnar en prácticamente cualquier persona.
—¿Han reencarnado desde la última vez que tuvimos la noticia?
Conrad ahora parecía incomodo por no tener nuevas que decirle a su reina.
—No desde hace veinte años.
—¿Y el tercer guardián?
—Completamente desaparecido. Ningún rastro.
Keira asintió algo decepcionada. Nada había cambiado desde que tomó el trono y los problemas de Wylfgard cayeron a su espalda, y sumando la guerra que ahora Asgard tenía con Jotunheim, todo era mil veces peor.
Las puertas de la habitación se abrieron de pronto pero Keira hizo caso omiso.
—Tenemos que hablar —escuchó que decía la dura voz de la asgardiana Sif a sus espaldas.
—Sif... —murmuró Keira al tiempo que se volteaba para asegurarse que estaba ella ahí de verdad. La asgardiana jamás había estado en Wylfgard antes—. Vaya sorpresa. ¿Qué te trae a mi reino?
Sif miró ferozmente a Conrad, —Esperaba hablar contigo a solas.
Conrad miró antes a Keira para recibir la orden.
—Gracias por tu aportación, Conrad. Ya te puedes retirar.
—Sí, mi reina —el wylfgardiano hizo una leve reverencia y se retiró.
Sif esperó a que la puerta se cerrara para hablar.
—Debes hacer que Thor vuelva.
Keira parpadeó sin comprender, —Yo no tengo el poder de desafiar una orden del rey ni de su predecesor.
Sif tensó la mandíbula, —Keira, sé que tuvimos diferencias en el pasado. Tienes dos mundos que dependen de ti. Eres un reina. Y por eso, confío en que sabras diferenciar entre tu deber y tu persona.
—Sin dudarlo, pero, ¿A qué viene todo esto?
—Loki... —empezó a decir Sif, pero Keira la interrumpió.
—Tú Rey —corrigió duramente la reina, acortó la distancia con Sif mirándola con desafío—. Considera tus palabras asgardiana.
Sif no se echó ni un centímetro hacia atrás y combatió con Keira entre miradas.
—Loki —repitió Sif haciendo caso omiso a la corrección que le hizo—. Es el traidor que dejó entrar a los gigantes de hielo. Loki no es mi Rey.
El corazón de Keira comenzó a palpitar con más fuerza de lo común. Hizo sus manos puño para no dejar a la rabia salir o terminaría descargándola sobre Sif, pero su mirada enfurecida lo decía todo.
—Retírate —le pidió Keira con calma y se giró para regresar a su trono.
—¡No traiciones al mundo que juraste proteger por banalidades como el amor!
Keira enfrentó a Sif hecha una furia, —¡Me llamas traidora en mi propio reino!
Detrás de Sif, las puertas se abrieron y dos guardias wylfgardianas entraron para llevarse a la chica, pero Keira levantó un brazo impidiéndoles a las guardias avanzar contra Sif.
—Lo veras pronto, y en los mimos ojos de tu amado. Espero no sea demasiado tarde cuando te des cuenta.
Sif miró con desafío a las guardias al sentirlas cerca, alzó las manos en señal de inocencia y luego las bajó para sacudir su vestimenta de guerrera—. No me toquen.
Ella se retiró dejando a Keira en un gran dilema.
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Quédate conmigo | Loki Laufeyson
FanfictionKeira y Thor, primogénitos de los reinos de Asgard y Wylfgard están destinados a comprometerse. Claro que, aún no lo saben. Advertencia: todo tema de "Wylfgard" es de mi autoría. No es ni de los cómics ni de la mitología.