Culpa suya | 2.9

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Asgard

Keira caminaba de un lado a otro dentro de la sala del trono pensando en su precaria situación, cuando Loki traspasó las puertas del lugar.

—¿Dónde estabas? —lo encaró.

Loki se pasó de largo sin mirarla, —Ahora que soy rey tengo nuevas responsabilidades.

—Responsabilidades que me incumben —Keira tomó a Loki del brazo para detenerlo. Loki se giró hacia ella sin réplica y la miró con una sonrisa en su rostro—. Estamos en medio de una guerra que también afecta a mi mundo.

Loki, manteniendo la sonrisa, acarició suavemente las mejillas de Keira.

—¿La reina teme por Wylfgard? —Loki se acercó rozando los labios de Keira, y ahí se mantuvo—. ¿El poder del Fenestram ya no le es suficiente?

Keira miró con asombro a su amado por las palabras que acababa de escuchar.

—¿Qué es lo que dices?

¿Acaso Loki sabía sobre la desaparición del Fenestram? Nadie fuera de los reyes de Wylfgard y los caza-guardianes sabían al respecto.

Loki la rodeó con sus brazos e hizo que la cabeza de Keira quedará entre su hombro y su cuello.

Acarició el cabello de la chica, —No temas. Nada pasará mientras estés a mi lado.

Sintió Keira una punzada de miedo que la hizo quedarse inmóvil, ¿Sería aquella una advertencia?

Keira deshizo el abrazo para mirar a Loki a los ojos. Acariciaba su cabello al tiempo que buscaba rastros del antiguo Loki. El Loki que no buscaba poder, el pequeño Loki que se escondía detrás de los libros, el que no deseaba pelear.

¿Por qué le pidió que luchara por la corona? ¿Por qué tuvo que enamorarse de él? Keira se culpaba de todo.

—Te amo con todo mi corazón, Loki.

Keira probó el desliz de los labios del Dios sobre los suyos. Sentir el toque de las manos de su amado viajar por su espalda baja, la cautivó.

Loki cargó a Keira en una posición tipo nupcial y la sentó sobre su regazo mientras se sentaba él en el trono. Rodeó el cuello del Dios mientras seguía unida a su alma en un apasionado beso.

Se separaron ligeramente a voluntad, sus frentes se rozaban y se miraron el uno al otro con pasión.

—Todo esto es por ti —susurró Loki, haciendo realidad lo que Keira tanto temía. Era culpa suya—. Mi amor es tan inmenso que te obsequié la corona de Asgard, te obsequié poder, te obsequié tu libertad, y ahora por fin podemos ser felices juntos. Juntos formamos la alianza más poderosa jamás vista. Nadie en los nueve mundos es más fuerte que nosotros.

Keira tragó en seco. No pudo evitar que una lágrima cayera pintando de tristeza todo su rostro. Bajó la mirada intentando ocultarlo.

—¿Qué te aflige, mi reina?

—Loki —Keira lo miró forzando sinceramente una sonrisa, pero el dolor y la decepción de sí misma parecían poder más que ella—. Agradezco lo que has hecho por nosotros. Espero sepas bien que yo no necesito una corona... Sólo te necesito a ti.

Keira se dispuso a pasarla extraordinariamente esa noche, porque sabía muy bien que podría ser la última de todas.

Quédate conmigo | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora