¿Desapareció? | 2.5

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Maratón 2/3

Asgard,
20 años de edad.

—No padre —sentenció Keira—, si no me caso con Thor habrá guerra, una guerra que Wylfgard no puede soportar.

Konnor miró a su hija y pasó su mano suavemente por el rostro de ella justo como Delza, su reina, lo hacía cuando vivía. Sabía bien que ella no querría esto.

—Cariño —murmuró Konnor con delicadeza—, tomarás la decisión que creas correcta pero es mi deber como padre, y también como Rey, abrir para ti todas las opciones.

Keira frunció el ceño, —¿Por qué me dices esto hasta ahora?

—No te voy a mentir, hija. Este matrimonio haría grandes cosas para Wylfgard y es lo que parecía mejor, sin embargo, verte allá afuera con el vestido de tu madre, me partió el corazón. Recuerdo perfectamente ese día y fue muy especial, me unía en matrimonio con más que una simple reina sino con el amor de mi vida, y no quiero menos que eso para ti.

—Padre, soy la legítima reina de Wylfgard ahora. No puedo solo huir de mi destino.

—No es huir Keira —se apresuró a decir Konnor—. No cualquiera puede ser un caza-guardián. Solamente los más fuertes Wylfgardianos. Hija, si no ganabas el torneo tu deber por ley sería convertirte en uno.

—¿Y mi deber por ley, por ganar no debería ser convertirme en reina? ¿Y qué es ser un caza-guardián? Padre, he leído cada hoja de cada libro de Wylfgard y nunca me he topado con tal nombre. No has de inventar cargos solo para ofrecerme una salida.

—¡No estoy inventando nada, Keira! —exclamó Konnor, como solía hacerlo cuando ella realizaba alguna travesura de pequeña—. El cargo de caza-guardián es muy importante, incluso más importante que ser reina. No puedes ser reina sin un reino.

Keira dio un paso atrás, —¿Y ahora de qué estás hablando? ¿Qué pasa con Wylfgard, padre? ¿Acaso no está tan bien como le haces creer a todos los ciudadanos?

Eso dejó perplejo a Konnor, y al no obtener una respuesta, Keira pensó lo peor.

—Tengo razón... —murmuró Keira, casi sin aire—. ¡Padre, pero qué sucede! ¡Wylfgard se cae en pedazos y así prefieres que no me case con Thor!

—¡Keira, podrías bajar la voz! —Al darse cuenta que gritaba, el rey respiró profundamente para calmar su mal genio—. Wylfgard estará bien por un par de años pero no lo estará por más tiempo si los caza-guardianes no hacen su deber, he ahí la importancia de ellos.

—¿Y entonces qué hago yo perdiendo el tiempo siendo reina? ¿Qué es ser un caza-guardián? ¿Tiene algo que ver con los guardianes?

—Tiene todo que ver...

—¡Para el misterio, padre, y dime!

—Sé que leíste sobre los guardianes en los libros de Wylfgard, pero mucho de lo que dicen no es verdad.

—¿Entonces, mienten? —preguntó Keira horrorizada—. ¿El Rey le miente a su pueblo? ¿Cómo permitió esto el consejo? ¿Y mamá? ¿Sabía de esto?

—Es por el bien del reino, Keira —expresó con dureza, al sentirse juzgado por su propia hija—. ¿Con qué fe vivirían los wylfgardianos si supieran que el reino muere porque su única fuente de poder ha desaparecido?

A Keira se le escapó un grito de horror.

—¡Esta es exactamente la reacción que eso evitar en el reino!

—E-El fenestram, ¿desapareció?

Quédate conmigo | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora