Malas notas .

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Capítulo 2

Me despierto a las cinco y medía de la madrugada , me pongo mi ropa deportiva, me subo a mi moto y me dirijo a al campus del instituto, tengo que ir a correr, se que tengo un gimnasio privado , pero se que van a correr unas chavas buenísimas, y aparté no hay nada de malo en quitarme la playera para que vean mis bíceps y mi abdomen con six pack. Cuando llego al estacionamiento del campus una chica se me acerca e intenta tocarme, esta un poco pasada de peso, esos no son mis gustos.

-No estas mal, Zaid- me dice lamiendose el labio

-¿Que quieres?- le respondo, de mala gana.

-Vamos, una noche chico, dicen que sabes moverte.

-Querida, lo siento no cojo con....- le digo mirándola de pies a cabeza

-Que tiene de malo- me dice , me agarra las manos y las pone en sus pechos- hay mucha carne que tocar aquí.

-Yo inspiro a mejores cosas, mira cuando estés así- le digo enseñándole a una chica esbelta y con pechos grandes que esta corriendo- háblame, y tal vez y lo piense- quito mis manos y me dirijo a la pista de correr.

-Eres un hijo de puta- me grita

-¿Y?, que quieres que haga- le digo sin darme vuelta y encogiendo de brazos- ya te dije lo que tienes que hacer y tal vez un día todo esto sea tuyo- le suelto y me soy una nalgada.

Me instalo en una de las bancas de la pista, dejo mi maleta en la banca, hago un poco de estiramientos, me pongo los audífonos, me quitó mi playera y la dejo sobre mi maleta, cuando pongo play, empiezo a correr,

.... Cuando término de dar mis diez vueltas respectivas, hago mi sección de enfriamiento , me cambio mis tenis Nike especiales para correr, por unos Nike más modernos, me pongo mi playera, pongo mi maleta en mi brazo y camino al gimnasio.

"Papasito" escucho los gritos de las chicas, y sus chiflidos, "que buenas nalgas" me grita una más.

-Gracias, perras- les digo con una sonrisa.

Estoy en el gimnasio, me pongo mis pants y mi playera de entrenamiento , me quitó mis tenis, me pongo mi equipo especial para los aros, me acerco a la tiza, que está aún lado de mis aros, miro la inscripción "El rey de los Aros...Zaid", yo la escribí cuando los cambiaron, quiero que todos sepan que son míos, que yo soy el rey y que no habrá nadie mejor es esta jodida institución que yo.

Hago toda la rutina que me ha puesto el entrenador, esta misma rutina la han analizado varios entrenadores, han dicho que es perfecta.

Son como las ocho de la mañana, tomó una ducha, me pongo unos jeans, y una playera blanca con una inscripción grabada. Abandono en gimnasio que aún sigue desierto y me dirijo a los salones, mi primera materia son matemáticas avanzadas, dejo mi maleta en mi casillero y sólo llevo mi carpeta y una pluma.

Odio con todas mis fuerzas las matemáticas pero me exigen un promedio de nueve para poder ir a los olímpicos, así que no me queda de otra más que aceptar. Cuando entró al salón de clase aún no ha iniciado, me siento justo en frente del salón y escribo la fecha en una hoja de mi carpeta. Ahí esta la chica, la chica con el nombre de puta, ¿cómo se llama?... Ya, ya recuerdo Chantal. Se me acerca y me guilla el ojo. Que va, esta buenísima la vieja pero ahorita he quemado mis cartuchos. Cuando el maestro Martínez entra al salón, me mira y empieza a hablar sobre los juegos.

-Señor, Zaid- me dice- es como un eclipse, casi no aparece, pero cuando aparece es extraordinario.

-Señor, soy extraordinario- le digo con un tono de superioridad

-¿Cuéntenos cómo van sus prácticas, traerá la medalla a casa?- me pregunta emocionado.

-Mire con toda sinceridad, van bien las prácticas, que puedo decir, me mato entrenando, me he cogido a casi todo el salón- me mira extrañado y yo pongo mis manos atrás de mi nuca- valla que van bien ¿no cree?, y otra cosa más las medallas son para mi.

Cuando término de hablar el maestro se gira al pizarrón y empieza a escribir unas ecuaciones, todo el salón está en silencio, y yo me pongo mis audífonos, no me interesa ni una mierda de lo que esta diciendo este idiota.

A mitad de clace empiezo a cabecear, intentando no quedar dormido. Cuando por fin acaba la secesión, sierro mi carpeta y me dirijo a la puerta en eso la nombre de puta se me acerca y me toma del brazo.

-Creo que faltó yo- me dice

-¿Perdona?, niña vuelve a tus asuntos- le digo incrédulo

-Falto yo, que me cojas.

-Chiquita- le digo acercado mis labios a los suyos asiendo una finta de beso- esto no funciona así, has fila y espera tu turno-.

Ella sale del salón con paso rápido y firme sin voltear atrás, lo siento así soy, me ha funcionado por toda mi vida.

Es la hora del desayuno y voy al comedor, de nuevo me esta esperando Armando con todos los chicos, en mi charola sólo llevo fruta y yoghurt.

-Perra- me dice Armando- Saca la fiesta. Tiremonos a unas cuantas y embriaguemos.- me dice emocionado y excitado

-Bien, asegúrate de invitar a la nombre de puta- se hecha a reír

-¿Chantal?, maldito bastardo tienes que matar a todas-

-¡Zaid!- escucho que gritan mi nombre, cuando regresó la vista es el maestro de Literatura- Señor, en vez de preocuparse por hacer fiestas, preocúpese por sus calificaciones, ha obtenido un reprobatorio en su examen.-

-Estoy seguro que eso puede cambiar,¿No cree?- le digo sacando mi billetera

-Yo no me vendo señor, ¿Quiere que se entere el comité olímpico de esto?, si no es así consiga una calificación aprobatoria para que pueda ir a esos jodidos juegos.- me dice con una mirada fría y amenazadora.

-Vallase a la mierda- le grito y me voy del comedor.

"La amiga fea"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora