No todo es malo.

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Capítulo 35
Estamos en la entrada de la puerta de la casa de Chantal, todo el recorrido no hemos hablado. Realmente no se sí fue bueno a fue malo haber cogido en ese callejón.
-¿Entonces?.- me pregunta mientras juega con los taco es de su zapatilla.
-¿Entonces?.- bajó la mirada.
-No. Ya nada.
Abre su bolso y saca unas llaves con un colgante en forma de labial. Lo introduce en la. Herradura y la abre. Creo que su "¿Entonces?" Era para pedir más de mi hacia ella. ¡Diablos, ¿porque todas las mujeres quieren más?!. Bueno, si quiere más creo que no prudente sería pedirle ser mi novia. Al fin de cuentas estamos cortados con la misma tijera. ¿Y Evangeline?. Me pregunta mi subconsciente. Ella se merece algo mejor, me tengo que alejar de ella para no hacerle daño. ¿Y si ella te quiere a ti?. Me vuelve a preguntar. Lo dudo, ella es... Ella.
Tomó fuerzas, respiro hondo y me armo de valor.
-¿Quieres ser mi novia?.- le siento sin más.
Ella deja caer su bolso y se me avienta a los brazos.
-Si, si ,si. Mil veces si- me besa por todo el cuello y yo no se que hacer.
Doy un paso a tras y ella está bastante confundida.
-Creo que tengo que irme. Adiós.- sacó la llave de Sally que tengo en el bolsillo de atrás de mi pantalón y camino hacia ella. Chantal se queda parada en la entrada de su casa y después escucho un puertaso.
Ya estafas contentó. No que querías ha Evangeline y todas esas tonterías. Mi subconsciente vuelve a molestar. Si, la quiero, pero como la quiero tanto que no quiero lastimarla, además Chantal me preocupa, me preocupa saber que tiene problemas y ya no quiere que se auto lastime, ¡Dios!, sólo de pensar aquella noche que llego cortada a mi departamento, me pone demasiado triste, y no se sí me da ternura o lástima.
------------------ Evangeline ---------------
Salgo de la ducha , enredó mi cabello en una toalla, me pongo mi bata de baño y me acuesto en la cama para disfrutar de "Carrie". ¿Quién diablos iba a escribir de una chica con problemas menstruales?. Me voy enfrascando cada vez más en la lectura, mis ojos me pesan y me empiezo a quedar dormida.
-¿Puedo pasar?.- la voz de Steve suena por detrás de la puerta. ¡Maldita sea!
Me froto los ojos, dejo el libro a un lado y me reincorporo.
-¿Qué quieres?.- le pregunto bostezado.
-¿Puedo pasar?
-Ya que, pasa.
La puerta se abre lentamente y Steve aparece en seguida. Ahora trae puesto unos pantalones de pijama, una playera negra de The Beatles, todo el cabello revuelto casi le cubre sus ojos café claro.
-¿Y ahora que quieres?.- le pregunto poniendo los ojos en blanco.
-¿Porqué siempre nos la pasamos peleando?.- se sienta en la esquina de la cama.-¿Porqué no nos llevamos mejor?, déjame conocerte y permítete conocerme a mi, ¡No muerdo, nada más rasguño!. Arrr.- bromea
-Por eso, porque nunca te tomas las cosas en serio
-Mira. No todo en esta vida es serio, linda.- alzo el dedo índice para que se detenga.
-No me gusta que me digan linda. Lo odio, lo detestó, es una palabra que consideró que los hombres utilizan para engatusar a las mujeres.- su expresión serena y tranquila ha cambiado radicalmente.
-No. No te gusta que te digan así, porque piensas que no lo eres.- me pega en donde más me duele.- Tienes una pésima autoestima, piensas que nadie te puede querer ¿Porqué?, sólo porque te consideras fea. Y no me digas que no, porque sabes que es verdad.
-¡Ya basta!.- le grito.
-No, esto aún no acaba. Eres linda, mira te mostrare.- se levanta de la cama y va en busca de un pequeño espejo que tengo en mi tocador.- Déjame quitarte estos.- se acerca intentando quitarme las gafas.
-¡No!, es suficiente ¡Largo!.- me levanto de la cama para abrirle la puerta.
Menea su cabeza de una forma desaprobaría, deja el espejo en el Buró que está un lado de mi cama y se aproxima a la puerta.
-No eres como todas.- me susurra saliendo de mi habitación .- pero debes de aprender a quererte un poco más.

Sierro la puerta de golpe y me tiro a la cama boca abajo, siento que mis lágrimas empiezan a brotar. Me tranquilizo un poco, tomó el espejo que Steve dejo en el buró y lo sostengo a nivel de mi rostro.
Sólo veo a un chica con cejas sin depilar, labios nada perfilados, unos ojos verdes puestos ahí por error de la naturaleza y escondidos tras unas enormes gafas. No soy lo suficientemente hermosa. Quisiera ser como mi hermana o como mi madre, ellas si que son lindas, estar vestida con el último grito de la moda y enterada de todas las tendencias.
¿Pero qué dices?. No hay porque cambiar todo, o bueno, no hacer un cambio tan radical, esto es lo que eres, esta eres tu, es tu esencia, y con esto te sientes cómoda. Mis pensamientos me interrumpen. Quizás sólo quiero que alguien me quiera como soy.
-¿Evangeline?.- Zooey esta tocando la puerta.
-¡Vete ahora mismo no estoy de humor!.- le respondo pero ella entra sin más.
-¿Evangeline?¿Qué pasa?.- se acuesta aún lado mío.
-Nada.- aún sigo boca abajo.
-Vamos dime, eres mi hermanita.- me soba la espalda.
-Ya te dije que nada.
-Nadie llora por nada, anda dime que te pasa ¿Es por el chic..?.- se queda a mitad de oración.
-¿Qué?.- me giro para poder verla.
-Nada. Me voy.
-No. Ahora tu me vas a dar explicaciones.- me seco bruscamente las lágrimas y mis ojos ven fijamente a Zooey. Respira y después habla.
-Si. El chico. Al qué le das asesorías ¿Como se llama?.- se pasa una mano por el pelo para recordar.- ¿Zaid?
-¿Ese qué?¿Cómo sabes de el?
-Tengo mis contactos.- alza una ceja .
-Bueno. Pues sólo le daba asesorías de Literatura, eso es todo.
-¿Te gusta?.- embolsa una media sonrisa.
-No.- titubeo.
-Titubeaste. ¿Te gusta si o no?
Me paró bruscamente de la cama y me cruzo de brazos. ¿Es que ahora todo mundo se le ha dado por saber de mi?. Si me gusta. Esta bien, me gusta. Lo acepto. ¡Rayos!, no puedo creer que me gusté un chico como el. Eso es total y radicalmente imposible. Tal vez sólo me estoy confundiendo.
-No me gusta.- le digo más segura, pero miento.
Esto nadie lo sabrá, y el menos. A el le interesan otra clase de chicas, unas que le den las nalgas cuando el quiera. Y yo no soy esa clase de chicas. De eso si estoy muy segura.
-¿Por que mientes?.
-No miento. Ahora por favor vete de mi habitación.- abro la puerta para que salga.
-¿Porqué te escondes?
-No me escondo. Sólo quiero que te vayas.
-¿Porqué te escondes? ¿Porqué mientes?.- me vale a preguntar.
Siento que voy a empezar a llora, tomó fuerzas y le suelto sin poder detenerme.
-¡Por que no soy como tú! ¿Ya?- mis lágrimas vuelven a correr por mis mejillas.
-¿Eh?.- trata de tomarme de las manos pero me giro.- No te entiendo.
-Si. Mírame.- me paro de frente a un espejo de cuerpo completo.
Zooey camina hacia mi y me abraza por la espalda reclinando su mentón en mi hombro.
-Hermanita. Si tu eres hermosa,- me quita un mechón de mi cabello y me lo enreda detrás de la oreja.- Eres hermosa, auténtica.
-Perdón.- me limpió las lágrimas.- Es que no se todo lo que esta pasando. Zaid, Steve. Todo es muy confuso.
-¿Qué tiene que ver en todo esto Steve?.- nos sentamos en posición de flor de loto en el piso.
-Es que... No lo se, el se porta raro conmigo. Me acaba de decir que quiere conocerme mejor.
-¡Hermanita! ¿Enserio no te das cuenta?. Steve siente algo por ti.- la miro extrañada.-¡Por el amor de Dios Evangeline!, la formar en que te mira, como te habla. Lo note en las sala. ¡No cabe duda esta enamorado de ti, Evangeline!
-¿De mi?, lo dudo. entrelazo mis dedos y los miro.
-¡No lo dudes!, cualquier chico se puede enamorar de ti. Eres una chica fantástica. Inteligente.- la interrumpo.
-Detente, por favor.- susurro.
-No. Mira, yo conozco a los hombres. Y el es distinto.... Es educado, elegante, culto, inteligente. ¡Vaya!, todavía hay hombres buenos en este planeta. Pocos pero los hay. No seas tan antipática, Evangeline.
Me quedo pensando un momento. ¿Es lo que quiero?, se tan poco del amor que sólo de hacerme una idea me da pavor y quiero salir corriendo. E crecido con una idea ilusa del amor. Pero no existen los cuentos de hadas. ¿Yo que voy a saber de amor?, solamente los que conocen de desamor pueden tener una idea del amor. ¿Realmente Zaid cambiaría por mi?, lo dudo, este es el mundo real Evangeline. ¿Steve es tan bueno como aparenta?....
-Hermana. Agradezco tus consejos. Pero es tarde y me gustaría estar sola y dormir.- le digo levantandome del piso y acomodando mis almohadas.
-Bueno. Ten por seguro que te voy a ayudar. Ev.- se levanta y abre la puerta para poder salir.- Oye. Sólo ten en cuenta que un cambio no es malo ni bueno. Solamente es...- sale de la habitación sin decir nada más.
¿Qué?, Un cambio no es bueno ni malo, solamente es... ¿Es que?...

--------Chantal-------
Lo amo. Lo amo tanto... Subo una por una las escaleras que me llevan a mi habitación.
-¡Quita esa cara de estúpida niña!.- mi madre me grita desde la parte alta.
-Pudrete.- le escupo y sigo caminando.
Cruzo por delante de ella sin importarme que este ahí parada y sigo caminado hacia mi cuarto. Mi madre me jala del brazo y me hace daño con sus largas y afiladas uñas.
-¿Que te crees mocosa?.- me sostiene tan fuerte que se me es difícil zafarme.
-Sueltame. Vieja bruja.- mi madre me suelta, se pasa una mano por su cabello, saca un cigarrillo que trae metido en el bolsillo de su bata de seda y lo enciende.
-Sólo te quiero decir una sola cosa niña.- saca una bocanada de humo.- Espero y no lo eches todo a perder con este chico.
La miro con los ojos llenos de ira, rencor y odio.
-No se de lo que me estas hablando.- mi madre suelta una risa estridente.
-Si bien que lo sabes.- le da otra jalada al cigarrillo.- ¿Y. Charlie?
No puedo creer que haya mencionado a ese bastardo hijo de puta. Me hizo daño. Me hace daño. Y ella lo sabe.
-Vale una mierda.- le sigo sosteniendo la mirada.
-No. Niña, no vale una mierda. Ese hijo de puta nos iba a sacar de esta maldita ruina.
-Madre. ¿Acaso no te basta con lo que manda mi padre?.- el amor que siento por mi padre me sensibiliza un poco y trato de tomarle las manos para poder abrazarla.
-No seas estúpida.- retrocede alejándose de mi.- sabes muy bien que el dinero que nos manda tu padre cada vez es menos y no nos rinde igual. Claro, como ahora tiene que mantener a sus bastardos y a su nueva piruja.
-Madre. Por favor.- le suplicó a punto de estañar en llanto.
-Nada de eso. He estado investigando a ese tal Zaid, y nada mal. Su familia se está pudriendo aún más en dinero que la de Charlie. Pero eso no es una novedad . Aparte de que no es nada feo.
-Detente con toda esta mierda, madre.- mis lágrimas empiezan a brotar por mis ojos y a correr por mis mejillas.- Yo estuve con Charlie por amor. Amor madre. Y Zaid es....- me interrumpe.
-¿Es que?.- sonríe burlonamente.- ¡Ah, ya entendí!, la niñita esta enamora de Charlie, pero no aguantaste ¿No aguantaste que?, que te tratara como lo que eres... Una puta.
-¡Por favor ya. Basta!.- doy media vuelta y corro a mi habitación pero logra alcanzarme y sigue con su tortura.
-En cambio Zaid, piensa que esta pequeña puta puede cambiar, cuando el es igual o peor que tu. Y lo peor de todo esto es que, cree que los dos van a cambiar . Pero que romántica historia.- su tono es burlón y no deja de sonreír.
-¡Piensa lo que quieras!.- me suelto y camino con la cabeza muy en alto. Mi madre me jala del cabello y me tira al piso.
-Escúchame muy bien Chantal. Vas a sacarle a ese niño todo el dinero que puedas....
-¡No!.- le grito estando aun en el piso.
-¿No?, si no lo haces voy a decirle todo. ¿me entiendes?. Todo.
-Has lo que quieras.- hago un esfuerzo para levantarme pero me empujada y me hace caer de nuevo.
-No sabes lo que es todo. ¿Cierto?.pues. Le diré que te sigues revolcando con Charlie. De qué eres una maldita enferma.
-Eso ya quedo en el pasado.
-¿Pasado? Ja. Lo de Charlie no es pasado, niegamelo. ¿Y por cuanto tiempo has sufrido de bipolaridad? ¿Uno, dos años?, ve tus brazos y tus piernas.¡Ah!, y aparte le diré que lo buscaste por su dinero, porque ese era el plan desde el principio pero te enamoraste, niegalo. Y Ahora dime que no lo harás.- se cruza de brazos
-No lo harías.- le digo ahogada en lágrimas.
-Ponme. A. Prueba .- repite cuidadosamente una a una las palabras.- mínimo hazlo para que no piense lo peor de ti.¡ Y claro!. Si es que tanto lo amas.
Estoy ahogada en lágrimas y toda esa mierda es verdad. Ese era el plan. Y a Charlie lo sigo viendo , me folla cuantas veces quiere, aparte el es el único que entiende mi enfermedad y mi maldita adicción a la cocaína, el sabe como controlarme.
-Lo haré .- susurro.- por el, lo haré.

"La amiga fea"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora