Necesitada de Sexo

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Capítulo 11

Cuando llego al bar, noto que todos corren al estacionamiento para ver quien llego, me quitó el casco y alborotó un poco mi cabello, una chica de pelo rojizo se me acerca pero yo me alejo.

-¿Qué te pasa?- grita indignada , todo mundo sabe que no me resisto aún beso rápido de una de las asistentes al bar, pero esta vez es distinto, estoy muy impaciente por ver a Chantal.

Me paro en la entrada del bar y recorro todo el lugar con la mirada, observo hasta la última mesa de la esquina. Hasta qué hasta el fondo del bar, en la barra para ser más específicos está una chica parecida a Chantal, lleva unos jeans, una blusa larga y floja de color negra, y su cabello rubio lo lleva amarrado en un chongo medio depeinado. Me acerco sigilosamente conteniendo mi respiración por los nervios.

-Disculpa- digo tocándole el brazo a la joven.

-¿Y ahora porque tanta amabilidad?- me responde dándose vuelta en el banquillo . Es Chantal sólo que ahora no trae sus labios color rojo, los trae de un rosa más pálido, sus ojos no son extravagantes llenos de sombras y miles de capas de rímel , si no que ahora traer una fina línea de delineador y unas cuantas pasadas de rímel.

-Sólo que ahora estas...- hago una pausa para recordar una palabra educada- más fresca.-

-¿Fresca?- me dice sin contener la risa- vamos hombre si sólo es un poco menos de maquillaje.

¿Menos? Yo diría que mucho menos, parecía te que ponías todo el kid de maquillaje, de todas formas con o sin mucho maquillaje, nadie le quita ese cuerpo que si fuera por mi me lo estuviera cogiendo todos los días.

Cuando recuperó la postura de verla sin tanto maquillaje, me siento en un banco que está a un lado del banco de Chantal, sacó una cajetilla de cigarros y un encendedor.

-¿Qué va a pedir de tomar?- me dice el barman, mientras yo enciendo un cigarrillo.

-Un sobré las rocas, etiqueta azul- le respondo sacando el humo de mi boca.- ¡Ah y un cenicero!

-Bien- le digo dándole una jalada al cigarrillo- ¿Qué querías?, ya estoy aquí.- Chantal se queda un rato callada, apretando los labios como si estuviera apunto de decir algo de lo que se va a arrepentir.

-Sólo tomar una copa, y ya sabes, después si pasa algo- dice mientras toma un cigarrillo de la cajetilla.

-Ya- le digo mientras el barmen me deja mi copa- ¿Sólo para eso?- le vuelvo a preguntar. Me parece realmente muy extraño que sólo yo hubiera sentido necesidad de verla, no es así que wow como quería verla pero si sentía curiosidad y saber porque me llamo y me escribió, nunca antes una chica me había escrito y llamado después de una noche, y el es lo que me tenía intrigado.

-Si sólo para eso....¿Bien?, entonces ¿En la tuya o en la mía?

-Me vale, sinceramente podría cogerte sobre esta barra de servicio- le digo enfurecido por darme cuenta la realidad de basura que puede ser una mujer necesitada de sexo.

-Hazlo entonces- me reta y sus ojos irradian tentación.

-No tientes a la suerte.

-Sinceramente, creo que no serias capas de hacerlo- me responde apagando su cigarrillo.

-Mira, no quiero que pienses mal, pero en estas situaciones yo decido como y cuándo y si ahorita no se me pega la gana de coger pues no y listo. - le digo mientras sacó mi billetera del bolsillo de atrás de mi pantalón y dejo un billete.-Ahora si me disculpas.

-¡Espera!- me dice jalándome del brazo evitando que me levanté.- No te vallas, yo... Yo bueno tengo problemas.

-Mira a mi no me interesan tus problemas, ya bastantes tengo con los míos para tratar de solucionar otros- le dijo tirando de mi brazo.

Me levanto del banco y camino mientras le doy una nalgada a una muchacha de pelo corto de estilista. Si por alguna razón se me había ocurrido cambiar un poco, estaba muy equivocado. Las personas no cambian, ni ella ni yo cambiaremos, ahora he conocido a una persona más mierda que yo.

Por alguna extraña razón mis pies se me van haciendo más pesados a medida que voy llegando a las puerta. No voltees, pienso. Mierda, mierda .... Siento como me voy dando vuelta, e involuntariamente dirijo mi mirada a Chantal.

-¡Hey!¿Quieres venir? - le grito. Ella tuerce la boca y asiente con cabeza.

-Gracias- me dice mientras salimos del bar

-Sale. No tienes porque darme las gracias sólo te llevare a tu casa- le digo montando me a la moto , mientras ella se sostiene de mis hombros para subirse en la parte de atrás.

El viaje rumbo a su casa es rápido y muy callado, sólo se a limitado ha indicarme la dirección para ir a su casa. Nunca, a nadie le había llevado a su casa, y mucho menos no cogérmela en una noche después de unas copas, cuando hemos llegado a su casa, Chantal rápidamente se baja de la moto y me dice algo acerca de habérsela pasado muy bien aún con todas las circunstancias de nuestro encuentro, yo le he respondido que puedo haber sido mejor. Cuando se me acerca para besarme yo retrocedo de inmediato.

-¡Hey! No tan rápido, yo no beso a nadie afuera de su casa- le digo y inservible que ella baja la mirada.

-Ya. Gracias.

Le doy vuelta a la llave de la Kawasaki Ninja 300 y me alejó de su casa girando sobre la llanta de atrás y provocando un gran chillido. Siento como la brisa del viento golpea mi rostro. Ummmmm nada mejor como un regreso a casa relajante para poder pensar un poco las cosas, me paso unas que otras luces en rojo. He sentido vibrar mi celular como unas cinco veces, pero no me he dado la tarea de contestar.

Cuando llego a mi solitario pero divertido departamento guardo a Sally y me quitó la playera que traigo puesta, me dejo caer en mi sofá favorito y escucho el tono de llamada de mi celular, en la pantalla aparece el nombre de "ARMANDO" acompañado por una foto donde estamos el y yo en una fiesta.

"La amiga fea"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora