Enamorándome De La Misión ||CNCO||

Capítulo 11: Sorpresa.

Narra Francesca:

Habíamos buscado por toda la casa, pero no había ni rastro de Emma y Chloe. La preocupación empezaba a crecer entre nosotros, y decidimos dirigirnos a la sala de control para revisar las cámaras de seguridad. Al llegar, nos encontramos con una imagen que ninguno de nosotros esperaba: Erick estaba inconsciente en el suelo.

—Agente Colón —dije mientras corría hacia él—. Traigan alcohol.

—Yo lo traigo —respondió Johann, saliendo de la habitación. Volvió a los pocos minutos con una botella de alcohol y algodón. Eché un poco del alcohol sobre un trozo de algodón y lo acerqué a Erick, quien comenzó a despertarse poco a poco.

—¿Ya has chequeado las cámaras? —pregunté a Max mientras ayudaba a Erick a sentarse.

—Parece que huyeron después de dejar a Erick así —respondió el Agente Tomlinson, girándose hacia mí—. Parece que le estaban haciendo algo.

—¿Qué te hicieron, Erick? —preguntó Vélez, que se había acercado a nosotros.

—Ellas... Chloe... —Erick suspiró, aún recuperándose—. No sé por qué, pero les dije toda la información que les había contado a ustedes sobre Luke y otras cosas. Estaba en una especie de trance o algo así.

—Quizás usó un hechizo para eso —comentó Christopher, pensativo.

—Yo también lo creo. —afirmó Erick, asintiendo.

—¿Alguna otra cosa que recuerdes, Agente Colón? —preguntó Max, con tono firme.

—Chloe y Emma irán a rescatar a su padre.  —dijo Erick mientras se levantaba.

—Deben estar en camino ya. — Dijo Johann algo preocupado.

— Si, recuerdo haberles dado la ubicación. — añadió Erick.

— Corren peligro si están solas. — Habló Johann y todos nos miramos.

—Les puse un rastreador en sus teléfonos. Así sabremos qué ruta tomaron para salir de Nueva York —confesó Max mientras tecleaba en su computadora—. Listo, ahí está.

Todos nos acercamos para ver la pantalla. Max señaló las rutas que mostraban los rastreadores.

—Ustedes vayan —ordenó Max—. El Agente Colón y yo nos quedaremos aquí.

—De acuerdo —asentí, y nos dirigimos rápidamente al auto. Los Agentes Vera, Vélez y yo subimos al vehículo. Johann conducía, yo iba en el asiento del copiloto y Vélez estaba en el asiento trasero.

—Debemos llegar lo antes posible, antes de que suceda lo peor —dijo Johann mientras arrancaba el auto y comenzaba a conducir a toda velocidad.

Narra Francine:

Llevábamos días moviéndonos de un lugar a otro. La Agencia que protege a Lauren nos había encontrado en dos ocasiones, pero habíamos logrado enfrentarlos y huir. Ahora estábamos en las afueras de Nueva York, dentro de una fábrica que había sido abandonada tras un incendio unos meses atrás.

Se nos acababan los lugares a los que podríamos huir, así que Luke y yo decidimos aprovechar a Christian Jensen. Era adinerado, y podríamos conseguir un mejor lugar para escondernos. Una vez allí, me aseguraría de que no nos encontraran.

Abrí la puerta de la habitación donde teníamos encerrado a Christian y entré con comida para él.

—Toma —dije, pasándole una bolsa con una hamburguesa, papas fritas y un refresco.

—Recordaron que deben alimentarme. Qué sorpresa —dijo con sarcasmo, mirándome con disgusto desde el suelo mientras tomaba la bolsa.

—No es nuestra mayor prioridad alimentarte, Christian —respondí mientras me agachaba para estar a su nivel.