Capítulo 2: Brujas.

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Washington, Estados Unidos.

Narra Angely:

Después de haber llegado a Washington, me encontraba de camino a la casa de Lauren Bennett. Al llegar, su hija mayor, Chloe, me abre la puerta.

— Te espera arriba en la biblioteca. — Dice cruzada de brazos para luego irse. Subo las escaleras, camino hasta la puerta al final del pasillo y entro a lo que es la biblioteca. Lauren se encontraba caminando de un lado al otro; estaba nerviosa. Al notar mi presencia, se detiene y sus ojos se iluminan al verme.

— Ya estás aquí. — Dejo mi bolso sobre la mesa y nos miramos. —¿Qué vamos a hacer?

—Intentar encontrarla. —Bajo la vista un momento y luego vuelvo a mirarla. — Con magia.

—Desde hace 17 años mi magia no ha vuelto a ser la misma después de lo que hice. No la he usado desde entonces, a excepción de que le quite sus poderes a Francine. Con suerte pude lograrlo completamente. — Yo frunzo el ceño. — ¿Qué? —Ladea la cabeza.

— Sé que no usas mucho tu poder, pero lo que no sé es el por qué de ello. Nunca me dijiste. — La miro fijamente. —¿Qué fue lo que hiciste?

—Hice algo muy malo, Angely. — Desvía su mirada. — Es una larga historia.

— Debo saber toda la historia si voy a ayudarte con esto. Me dijiste que ella quiere vengarse. Siento que hay más de lo que me contaste. Sabes que puedes confiar en mí. Soy tu mejor amiga.

—Lo sé, pero es más complicado de lo que crees. No espero que comprendas lo que hice.

—Créeme que lo haré. — Ambas nos sentamos.

—De acuerdo. — Ella suspira. — ¿Recuerdas a Sara?

— Claro. Tu hermana mayor, madre biológica de Francine, también de Franchesca Horan. Me dijiste que desapareció cuando sus hijas tenían 4 años y que nunca lograron encontrarla aún con el hechizo localizador, supusieron que se encontraba muerta.

— No está muerta, tampoco desaparecida. Sé donde está.

— ¿De qué hablas? ¿Supiste donde ha estado todo este tiempo y no dijiste nada? —Me levanto con toda la confusión adueñándose de mí. —¿Qué fue lo que hiciste?

— La hice de piedra. — Me mira fijamente.

— ¿Por qué harías eso?

— Porque ella... — dice nerviosamente. Se levanta y nuevamente empieza a caminar de un lado a otro. — Ella...

— Por Dios. ¿Ella qué? —Digo detrás de ella. Ella se detiene, veo como sus hombros se relajan. Se voltea y me mira fijamente.

— Trató de canalizar todo mi poder hasta matarme.

—Vaya.  — Ella ladea la cabeza esperando que me explique. —Cuando me hablabas de ella, hablabas como si fuera la mejor persona del mundo.

— Sí, lo era para mí. Hasta que intentó matarme. Ella demostró tener una ligera obsesión con el poder, nunca pensamos que llegaría hasta ese punto. También planeaba hacerlo con mi hermana Abby, y hasta sus propias hijas. — Volví a sentarme, ella colocó su silla frente a la mía y sentó. — Francine descubrió lo que le hice a su madre, le expliqué, pero decidió no creerme. Se quiere vengar por ello. - Ella suspira. - No quería hacerlo, era mi hermana, la adoraba. Pero tenía que detenerla. ¿Comprendes eso?

— ¿Por qué no le dijiste a Sheila y a Abby? Tu madre y hermana merecían saberlo.

— No quería arruinar la buena imagen que tenían de ella, más aún después que se enteraran de que "desapareció". — Me quedo en silencio un largo rato. - ¿Si me crees? — Yo la miro. Sus ojos expresaban desesperación. — ¿Entiendes por qué lo hice?

Enamorándome De La Misión ||CNCO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora