Enamorándome De La Misión ||CNCO||

Capítulo 24: Difícil decisión.

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— ¿Convertirse en qué? — cuestiono mirando a Damon y empiezo a temer por la respuesta.

— En un Vampiro.

Mientras Damon habla, no puedo evitar sentir que he cruzado un umbral del que no hay vuelta atrás. Todo lo que creía conocer sobre el mundo acaba de volverse más oscuro, más peligroso. Y ahora, estoy en medio de todo esto, con una misión que apenas entiendo y un compañero que está a punto de convertirse en una criatura que he sido entrenada para temer.

— ¿Un vampiro? ¿Cómo que en un vampiro? — cuestiono sin poder creerlo. — Después de lidiar con brujas esto no me sorprende, pero... ¿Cómo lo hizo, Francine?

— Mmm... — Damon me miró como si eso no fuera del todo correcto y empecé a molestarme nuevamente.

— ¿Qué diablos le hiciste, Damon?

Tocan la puerta y Elena va para abrir. Vemos a un chico con 3 cajas de pizza se las entrega a Elena y luego se va.

— ¿Quién pidió pizza? — pregunta Elena mirándonos a todos.

— Yo la pedí. — interviene Christopher. — Mencioné varias veces que tenía hambre.

— Si supieras que no es hambre normal... — suspira Stephan.

— Claro que no lo es. Francesca y yo nos comemos nada desde la mañana. — nos recordó mientras tomaba 2 cajas de pizza. — 2 para Francesca y para mí. 1 caja para ustedes. — avisó mientras intentaba regresar a nuestra habitación.

— Espera, Christopher. — lo detengo. — Debemos hablar.

— ¿Sobre qué?

— Francesca, lo mejor es que vayan a comer. Le explicaremos más tarde. — Stephan sugiere.

— De acuerdo. — me limito a asentir y sigo a Christopher.

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Subimos hasta nuestra habitación y me preocupa bastante lo que Damon me confesó.

— ¿En serio te sientes bien? — pregunto muy preocupada, pero trato de disimularlo.

— A decir verdad... Desde que desperté después de lo que Damon me hizo no he dejado de sentirme extraño. — Confiesa mientras se acomoda en la cama y abre una de las cajas de pizza.

— ¿Nada más? — me siento junto a él y lo miro fijamente.

— Pues me duele la cabeza y me siento muy hambriento. Eso es todo. — dice con simpleza mientras se encoge de hombros.

— Entiendo...

Sigue diciendo que está  hambriento... ¿Eso debería encender mis alertas? ¿Qué tal si termino siendo su cena y no aquella pizza? Después de lo que dijo Stephan estoy preocupada. Claro, no solo por eso...

— ¿Francesca, sucede algo? — pregunta Christopher y yo vuelvo a prestarle atención.

— Nada. Solo pensando en cómo terminamos aquí... 

— Sí. Debí escucharte cuando insinuaste que Damon podría ser un posible asesino en serie... — confiesa rascando un poco su cabeza.

— ¿Ah, en serio? Porque recuerdo que con mucha seguridad dijiste: ¿Qué va a hacer en contra de dos agentes bien entrenados como nosotros? — imito la forma en que lo dijo con todo y gestos en ese momento.

Christopher se había puesto un poco rojo de la vergüenza que le causó aquello. Ambos no pudimos evitar reír.

— Te haré caso la próxima vez. — promete aún entre risas.