capítulo 51

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  El vampiro paso su mano por el pelo irritado porque su orden estaba siendo incumplida.

Miró a su guardaespaldas un humano como ella. El  mencionado al encontrar se con esa mirada furibunda deseo no correr la misma suerte que la humana, quito el arma de su chaleco por miedo al vampiro y la tiro al suelo  envés  de entregarse lo en mano a la humama por lastima hacia ella.

- sabes que es un duelo... katlin- su voz era áspera.

El sonido del metal despertó  del ensueño a katlin  y comenzó a temblar violentamente, parecia una niña pequeña asustada de los relámpagos en su ventana, no se atrevio a moverse  ni dirigir la vista a otro lado que no fuera en el suelo y para ser precisos a el arma, todos parecieron contener el aliento y esta vez si no hubo el minimo ruido cuando en la estancia se escuchaba el llanto de katlin quien lloraba sonoramente al igual que desesperadamente mientras balbuceaba cosas inentendibles pero estaba claro que se lamentaba.

- contare hasta tres- dijo amenazante- y será mejor...- se agacho a la altura de la mujer en el suelo haciendo el contacto visual  esencial para atormentar la mas- que dispares.

Se levanto y a la velocidad del rayo sostuvo un arma en sus manos mientras que la humana aturdida  no hizo ningún avance. 

- ¡No!- grito lester aterrorizado mientras intentaba soltarse - ¡katlin!

Todos los presentes observaban con suma atención lo que no iban a olvidar mientras perdurase sus existencías.

A la cuenta de uno el vampiro cargo el arma y lentamente apunto a la cabeza de la humana desde los varios pasos que les separaban, lester gritaba implorando hacia el hombre apuntando a su querida tía con la cara roja y mojada por el llanto.

A la cuenta de dos kaitlin dejo de respirar y pensaba que aquí todo se iba a acabar cerro los ojos fuertemente  y se tomo de las manos entrelazando las con fuerza, lester comenzo a implorar la a ella por que impotente veía como ella se hundia mas en su lugar.

- He..Helaya, no quiero - levanto la vista- Quiero ir me a casa y... lo siento no se ...no se porque me ... por que yo no....
- Dispara me - dijo el severo
- no - respondió afligida-  no puedo

pedacito de cielo ....

- tres ...

ÉL , ESTABA ALLÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora