01 de agosto del 2012
Destiny.
Sentada en las gradas veía como se desarrollaba el entrenamiento. Los chicos estaban dando lo mejor de ellos ya que faltaban unos pocos diez días para que la bundesliga comenzara. Dortmund jugaba el 25 de agosto a las 15:30. Papá me había dicho que viniera a estos últimos entrenamientos antes de empezar la temporada para comenzar mis prácticas, pero mi lugar era dentro del estadio. La razón es que si necesitan transportar en camillas a los chicos no podría levantarlos y yo estaré cuando las lesiones sean realmente graves y rogué internamente porque esta temporada nadie resultara realmente herido.
Comí de las palomitas que estaban en mi regazo y busque con la mirada a Marco como tanto me gustaba hacer. Lo vi en un costado junto a los que estaban haciendo abdominales. Se veía igual de perfecto que todo el tiempo y desee que las horas pasaran más rápido para poder estar entre sus brazos una vez más.
Mientras aún lo escrutaba con la mirada a mi hermoso alemán este se quito la camisa dejando al descubierto su abdomen de abdominales perfectos y un pequeño suspiro salió de mis labios recordando cómo se sentían debajo de mis manos y desee intensamente poder tocarlos. Habían pasado casi dos semanas desde que estuvimos en Capri y casi todos los días habíamos dormido juntos, alternando entre su departamento y el mío. Creo que para Marco y para mí era casi imposible despertar y nos estar en los brazos del otro así que estos días no habían sido más que maravillosos y medio deseaba que la bundesliga no comenzara para así poder seguir con la pequeña rutina que habíamos creado.
Repasé el estadio una vez más y en ese momento fue que vi algo, o más bien alguien que no encajaba en las personas que normalmente estaban alrededor de campo de juego. Un morena estaba agacha en una de las esquinas con una cámara fotografiando al equipo. Fruncí el ceño y la miré muy fijamente porque en ese instante estaba fotografiando a mi chico que aún se encontraba sin camiseta. La vi bajar la cámara y mojarse los labios mientras mantenía la mirada fija en Marco y supe que esa chica sólo significaba problemas.
Baje las gradas cuando el silbato del término del entrenamiento se escucho y me dirigí a los vestuarios y me recline en la pared del pasillo a esperar que Marco saliera. Escuche voces y reconocí la de papá, también había una voz femenina que contestaba y casi rogué que no fuera la morena de antes aunque sabía muy bien que de ella se trataba.
- Hey calabacita no sabía que estabas aquí -papá se acerco y me sonrió. La chica que lo acompañaba tenía el cabello castaño y con algunas hondas que le llegaba a mitad de la espalda, unos ojos enormes y grises azulados me escrutaban y su boca rellana y pintada a la perfección estaba fruncida hacía mí. -Esta es Michelle, nuestra nueva fotógrafa.
- Un gusto -sonrió hipócritamente hacía mí y a regañadientes estreche la mano que me tendía.
- Destiny O'Connel -dije simplemente mientras intentaba verla con el mayor desprecio posible. No era buena haciendo amigos, aunque así lo fuera a Michelle la quería lo más alejada posible de Marco.
- Sigamos Gwen, vamos a presentarte oficialmente al equipo -una sonrisa genuina surco sus labios y se dio la vuelta para contonear su trasero en el ajustado pantalón blanco que llevaba puesto.
- ¡Oye papá! -Grite antes de que se fuera por completo - dile a Marco que lo estoy esperando.
Papá simplemente asintió y desapareció en los vestidores junto a Michelle. Papá no había aceptado del todo mi relación con Marco pero ya no se negaba tanto a ella. Tanto era el caso que había aceptado que cenáramos juntos esta noche ya que era su aniversario con mamá y mi hermano se daría una escapadita para celebrar un poco con nuestros padres.
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In Love With A Football Star~.
Lãng mạnSer la hija del director técnico del Borussia Dortmund núnca fue facil para Destiny O'Connel. Sobre todo cuando su papá la obligaba a mantenerse alejada de todo ese montón de chicos que por tanto deliraba. Marco Reus lo tenía todo en su vida, su...