Capítulo XI

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Era domingo por la mañana, el sol iluminaba con delicadeza aquel rostro pálido de Mackenzie, en realidad creó que estaba metida en un profundo sueño. Me quede mirándole fijamente, mientras ella dormía. Hacia unos pucheros que le hacen notar muy tierna, nunca la había observado con detalles, en realidad Mac tiene unos rasgos muy finos, tiene todo lo que un hombre lo volvería loco, sus ojos no necesitan ser de color alguno para poder ser bellos, una nariz tan respingada y tierna, y esos labios que se ven tan suaves y delicados con ganas de besarle. No solo su fisco es lo bonito, esa manera de ser a veces tan noble y hacerse ver como una persona muy dura pero a veces no lo es, lo suyo es ser muy dulce. Creo que exagere con querer besarle, a veces solo imagino cosas incoherentes, pero todo lo demás que dije es cierto, no creo verme con ella como algo más que amigos, ella es como un tesoro que tengo que proteger, no quiero dejársela a cualquier soquete, y no me gustaría verle con novio pero no soy quien para mandarle y tarde o temprano tiene que formar una relación con alguien, Oh Mac, mi dulce Mac, acaricie su mejilla con mi pulgar, y al estar mirándola y pensando todo eso, sentí una sensación extraña, no se que era ni se que es lo que sentía, pero lo que si se es que realmente estoy confundido, y creo solo es una confusión, tengo novia, no debería de imaginar todo eso.

Escuche un ruido que venía de la cocina, me saco de mis pensamientos y me levanté rápidamente haciendo el menor ruido posible, salí del cuarto de Mac y baje las escaleras con dirección a la cocina.

—Que tal Rog, ¿Cómo amaneciste? -pregunto sonriente.

—Bien gracias Mich ¿Qué tanto haces?

—El desayuno, sientate, ¿Qué esta haciendo Mac?

—Aún sigue dormida.

—Se supone que hoy iría un rato a la academia.

—Entonces ya no debe tardar

—Aquí tienes Roger —dijo sirviendo me el desayuno.

—¿Y qué tal te va en el trabajo?

—Pues excelente y a ti con tu banda ¿Cómo les va?

—Igual seguimos tocando en bares

—Buenos días chicos —saludo Mac

—¿Qué no se supone que irías a la academia temprano?

—Ah si claro que voy a ir, espero y me pueda llevar Roger. —me aventó una mirada de suplica como niña pequeña y yo me reí.

—Mac sabes que no tienes que pedirlo. —frote la palma de mi mano en su cabeza haciéndola despeinarse más.

—Basta Roger —decía riendo.

—Oye Mac yo tengo una plática pendiente contigo —interrumpio Michael.

—¿Sobre qué?

—Tu ya sabes —Michael la miro señalándola.

—Michael si es sobre Dylan no tenemos nada de que hablar.

—Mac no quiero empezar delante de Roger por favor.

—A Roger no le oculto nada, el puede escuchar, pero no voy hablar nada de eso.

—A bueno pues solo te digo que... —interrumpio Mackenzie

—Ya callate Michael si solo querías verme aquí para molestarme, ya me voy .

—Yo nunca dije eso Mac, ven acá

—Ya callate, eres un estúpido. —grito Mac  alejándose —Vamos a cambiarnos Rog. —cuando me hablo, le agradecí por la comida a Michael y subí con ella.

—Ahi esta tu ropa Rog —extendió mi ropa y la tome dirigiéndome a cambiar me en el baño.

—Gracias ahorita salgo —adentre en el baño que estaba dentro del cuarto de Mac y ella también comenzó a cambiarse.

IF YOU LOVE ME • ROGER TAYLOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora