Capítulo 17: Provemos 1/2

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Nos despedimos de los chicos para empezar a caminar rumbo a la biblioteca qué está a unas cuadras

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Nos despedimos de los chicos para empezar a caminar rumbo a la biblioteca qué está a unas cuadras. Ximena y yo caminamos en un cómodo silencio. Y yo estoy ideando un plan para poder besarla sin qué ella sé niegue.

Entramos unos minutos después a la biblioteca qué no es tan grande pero si parece un lugar cómodo para leer o hacer actividades escolares.

- ¿Qué libro quieres? - le preguntó para romper el silencio.

- Harry Potter y el legado maldito - me dice, mientras dirige su mirada a los tantos estantes de libros.

- Preguntemos a alguien - le digo, pero antes de caminar, jala de mí brazo.

- No, me gusta buscar las cosas por mí misma - dice - además es un libro muy comprado, fácil de encontrar - me elevó de hombros.

La sigo con paso lento, llevó mis manos a los bolsillos de mí pantalón, mientras la observó. Me gusta qué sé concentré en lo qué hace, debo admitir qué se ve muy adorable cuándo frunce su ceño.

Mí vista enfoca sus pecas, lo qué daría por besar una por una, de pronto mis dedos pican, cosquillean por tocar esa piel canela. Diablos.

- Mira - llama la atención - aquí está, no fue tan difícil después de todo - me muestra el libro. Volteó a ver a todos lados para ver si no hay nadie, pero solo hay dos chicas más adelante de nosotros.

- Ximena - hace un sonido de qué me está prestado atención - lo lamento - le digo, para jalar de su cintura y estampar mis labios en los de ella, tan suaves pero rasposos a la vez.

Ella intenta separarse de mí, pero no sé lo permito, llevo una de mis manos a su nuca para profundizar el beso, y muerdo su labio. Ella suelta un grito qué fue ahogado por mí lengua.

La besó cómo si sé me fuera la vida, disfruto de nuestra pelea de lenguas, tan peligroso, la voluntad de ella sé fue alguna parte de los Ángeles, me pega hacía ella. Nuestro beso finaliza por la falta de aire y junto nuestras frentes, abro mis ojos para encontrarla con los ojos cerrados, respirando por su boca y algo sonrojada, incluso sólo incluso forma una pequeña sonrisa, pero desaparece.

- ¿Quién te dijo que podrías besarme? - ahora me ve directo a los ojos, sé separa de mí pero yo no la suelto de su cintura.

- Nadie, sólo lo hice - le respondo, ella elva una ceja - pero admite qué lo disfrutaste - le sonrió de manera triunfante.

- Por supuesto qué lo hice - mí sonrisa sé vuelve más grande - pero siendo sincera he tenido mejores - me manda un guiño para caminar lejos de mí. Ahora no estoy feliz, estoy celoso, yo soy una persona muy celosa y eso me molestó demasiado.

Antes de qué vaya directo a la caja a pagar por el libro, la jalo nuevamente hacía mí y la vuelvo a besar pero está vez de una manera desesperada, vuelvo a morder su labio y cuándo estoy satisfecho me alejo de ella.

Nuestro Sexy Secreto (BTS) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora