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El sonido de las bufidos de las amigas de su hermana comenzaban a ser algo desesperante para Namin, ninguna parecía aprobar el vestido de Haneul por más hermosa que se viese, lo peor era escuchar las críticas, bastante destructivas, de la suegra de su hermana, quien no dejaba escapar ninguna oportunidad para resaltar cualquier imperfección de la mayor de las hermanas Shin. Ella había sido la única que había terminado por animarla y halagarla, además de ayudarla con sus preferencias.

—Ese es demasiado escotado —resaltó la suegra con su molesto tono prepotente—. Te verás como una ramera el día de la boda, ¿qué dirán los invitados?

—Quizás se harán unas pajas en el baño —contesto de forma dura Namin levantándose de su lugar para ver mejor a su hermana.

Las exclamaciones de sorpresa de las damas de honor casi la hicieron reír, si no fuese porque Haneul la miro peor que mal, por lo que se contuvo.

—No sé si sea tu estilo, dices odiar las mangas —señaló Namin—. No te sentirás cómoda, ¿te gusta siquiera?

—Es lindo.

—Entonces probemos el siguiente —mandó señalandole el vestidor.

Fueron dos horas eternas de buscar el vestido correcto, el cual terminó siendo uno bastante simple pero al completo gusto de su hermana, por lo que estaba satisfecha con eso, nadie logró elegir el vestido por ella, pero al volver a casa ya se encontraba bastante agotada, necesitaba dormir aunque fuese una hora.

Entre medio de las pausas en ese salón por su cabeza pasaba Wonjae, preguntándose si ya habría visto su nota en la heladera, cuando la puso no lo pensó demasiado, creyó que él podría prender fuego el papel pero no veía mal intentar, si no fuese así era conciente que pasarían días antes de que llamara, y sería demasiado psicópata el pasarse por su zona fingiendo hacer algo más, forzar las cosas no eran su fuerte, por lo que todo quedaba en manos del rapero, podía vivir con eso, había muchos peces en el mar y ella sólo buscaba algo cien por ciento carnal.

Pero si lo pensaba mucho, era difícil encontrar a alguien que pensara como ella, todos eran demasiados recatados y reservados en ese sentido, tal vez era porque estaba rodeada de estirados que sólo pensaban en su reputación, ella no tenía problema de las personas que encontraban atractiva una relación basada sólo en el sexo, su problema era quienes fingian buscar algo serio sólo para eso, dañando a personas en el proceso, por ello siempre era clara con lo que quería y buscaba. En el mundillo de los raperos podría ser diferentes, eran claros playboys, por lo menos así se dejaban ver, AOMG tenía a uno de los más famosos como CEO, no es como si creyera que todos sus artistas fueran como el jefe, pero cabía una posibilidad.

Bad vibesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora