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Ella pensó demasiado su regalo, Wonjae no era alguien exigente, pero tampoco quería ver una sonrisa forzada en su rostro cuando recibiera algo de su parte, no después de todo lo que él había hecho por ella.

Por ello fue que se encargó de hacer dos diferentes tipos de presentes, sabía que uno le gustaría más que el otro, aunque quería verlo contento de igual forma.

Habló con su hermano mayor, Woobin, quien estaba en Inglaterra por unos asuntos del trabajo, volvería antes de la fecha, él no cuestionó demasiado sobre qué haría su hermana con lo que le pidió, sabía que no sería para ella.

El segundo, bueno, era más elaborado y no era sólo de ella, había sido un trabajo grupal que se llevaría a cabo el día de su cumpleaños.

Un día antes del veintitrés se encargó de buscar una caja grande, como para que entrara una camisa sin doblar, aprovechó que su hermana la hizo acompañarla al salón de eventos donde se situaría la boda para obligarla a ir a alguna papelería.

—Sigo preguntándome para quién es el regalo —recordó Haneul de brazos cruzados, mientras veía como su hermana menor miraba modelos de cajas.

—Y te lo seguirás preguntando —contestó agarrando una para abrirla—. ¿Ésta es bonita?

—No, claro que no, ¿como pueden combinar dos colores tan feos? Amarillo y azul, ¿en que estaban pensando? —criticó acercándose a ella—. ¿Qué tal está? —señaló una caja más pequeña de color rojo y plateado.

—No es un regalo de Navidad, es de cumpleaños —informó.

—Bueno, también hay que tener en cuenta que no tengo idea de a quién o qué vas a regalar —acusó mirándola.

—Piensa algo en general, necesito una caja grande.

—¿Para que entre qué? ¿o qué tan grande? —interrogó.

—Una camisa —respondió por fin.

—Es mejor cuando las camisas van dobladas, ¿quién diablos no dobla sus camisas?

—Los que usan perchas —discutió con una sonrisa—. ¿Qué tal negro y plateado?

—Prefiero mil veces esos colores.

Ambas miraron por toda la tienda, no se molestaron en preguntarle a los empleados, prefieron buscar una por ellas mismas, y fue Haneul quien dio con la indicada, era de tamaño mediado, toda negra pero los listones que la mantenían cerrada eran plateados con un poco de glitter del mismo color, Namin la amó, tan así que preferiría ser ella la dueña de la caja, pero sería para Wonjae. No lo dudo, la compró y siquiera se fijó en el precio.

Bad vibesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora