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—¿Por qué ya no hablas? —preguntó extrañado Yongjun, había algo de tristeza en su voz—. ¿Dije algo malo?
—No es eso, Yonggie —aseguró acariciando su mano sobre la mesa—. Sólo cosas mías.
—¿Me quieres contar?
—¿Cómo sé que no las divulgaras en internet? —inquirió con un gesto de cabeza, como si lo apurara a responder.
—Porque si es importante sé que no deberé ser un imbécil, y yo nunca haría algo que te afectara —respondió seguro—. Y puede que lo olvide ya que he tomado demasiado.
—Bueno, voy a confiar en ti ésta vez, pero una palabra de esto a alguien y juro que divulgó por Instagram el sexo de tus gatos —amenazó señalandolo.
—Si, entendido. —Llevo una mano a su frente, como si hiciera el saludo militar—. Ahora cuenta —pidió de forma linda, para después reírse de nada, seguro de si mismo.
—Encontré a otro con quien estar... ya sabes.
—Tengo dieciocho, nonna, no ocho, no necesitas censurarte —criticó ofendido.
—Encontré otro compañero sexual, bien, ¿así te gusta? —preguntó despreocupada, el otro asintió con la cabeza contento—. Ya llevamos, un mes, creo que menos viéndonos.
—¿Todo bien con él? Digo, si te trata bien.
—Sí, él es... bueno, bueno en todo —afirmó jugando con lo poco que quedó en su vaso, viéndolo como si fuese lo más interesante—. Hoy no pudimos vernos, tenía cosas que hacer y yo vine a verte.
—¿Me debo disculpar?
—No. —Se rió levemente—. No pensaba cancelar, él lo hizo.
—¿Te dejo con las ganas de verlo? —se burló riéndose—. Sino no entiendo tu cara triste.
—No estoy triste —desmintió haciendo una mueca.
—Yo no dije eso, dije que tienes cara triste —corrigió como si fuese obvio—. ¿Cómo se llama?
—Wonjae, Woo Wonjae.
El trago de Yongjun terminó saliéndose por la nariz y él ahogandose, Namin lo veía riéndose, pues le causó gracia la expresión del menor al enterarse.
—Oh mierda, ya estoy entiendo mejor las cosas. —Se rió también—. Espero recordar esto, necesito saber más.
—Yo esperó que olvides todo.
—¿Cómo fue? Digo, son mundos totalmente distintos, a no ser que bueno, yo, amo y señor, haga lo que hice hoy de presentarlos —preguntó incrédulo.
