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Los ojos del cumplañero se encontraban una vez más sobre Namin, Kiseok se reía con Seungwoo sobre ello, a ambos les causaba ternura como Wonjae no podia quitar su atención de ella, como si necesitara verificar que estaba bien, cómoda y que no le faltara nada.

Y Wonjae no era tonto, sabía que estaba siendo observado y eso no le permitía acercarse a la menor, quería, de verdad deseaba poder charlar aunque sea diez minutos con ella pero no se sentía cómodo con tantas miradas encima, como si esperarán que actuara. Agradecía de corazón que Jay y Sunghwa no se separaran de ella, haciéndola sentir cómoda entre tantos desconocidos.

En un momento cruzó miradas con Namin, ella ni corta ni perezosa le hizo un gesto de ir a la cocina, así podrían pasar tiempo juntos sin que nadie los viese, no lo dudo, se disculpó con sus hyung de la empresa y fue primero. A los pocos segundos Namin lo siguió.

—¿Cómo estás? Digo, ¿cómo la estás pasando? —preguntó Wonjae apenas ella entró.

Namin se rió por los notables nervios del mayor.

—Bien, Sunghwa oppa es muy amable y atento, tiene temas para todo, Jay oppa además es muy divertido —contó acercándose.

—¿Oppa? —se extrañó—. Yo también soy tu oppa y no me lo dices —acusó cruzandose de brazos.

—Vamos, me llevas un año, menos de hecho, no es necesario ser formales entre nosotros —se justificó—. ¿Celoso? —bromeó.

—Indignado —siguió en juego.

Se sonrieron unos segundos hasta que Namin acortó la distancia entre ellos para besarse, Wonjae rodeó su cintura, por ese pequeño momento ignoraron la idea que tenían la puerta abierta y quien sea podía verlos con tranquilidad.

Se separaron por el suave golpeteo en la puerta de la cocina, se giraron para ver a Jay fingiendo inocencia.

—Hey, mejor yo que Kiseok —se defendió ante la mirada de reproche de su empleado—. Sólo vine por un vino, sigan con lo suyo —aclaró abriendo la heladera y cumpliendo su palabra.

—Es raro —admitió Namin rompiendo todo contacto.

—¿Qué?

—Ser tan observados, como si esperarán que actuemos como... pareja, no lo sé, sólo Jay y Sunghwa no actúan así —explicó mirando el suelo con frustración—. ¿Alguna vez has hablado de lo nuestro con tus amigos?

—Sí, sólo que no me creen, no ven creíble una "relación" como la nuestra, dicen que terminaremos enamorados, como mejores amigos de distintos géneros —contó—. Pero en realidad no creo que importe, lo que vaya a pasar con nosotros a futuro digo, es incierto, no me fijo en ello sólo vivo el momento.

—Vivir el momento, wow, que juvenil —se burló, se abrazo al mayor cuando éste la miro mal—. Pienso igual.

—Lo sé —respondió mirándola con una sonrisa sin dientes—. ¿Te gustó la comida?

—Sí, recordaste mi restaurante preferido —acusó cosa que lo sorprendió—. Vamos, conozco la comida de mi lugar preferido.

—¿Sunghwa te dijo? —no le creyó.

—Vi la bolsa —corrigió antes de reírse.

Volvieron a besarse, Namin tomando el rostro de Wonjae, fue un beso corto y al terminar se sonrieron, ella salió primero de la cocina.

Bad vibesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora