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Cuando Namin salió del edificio su sonrisa parecía imborrable, pero intentó ocultarla en el camino, no quería verse como una loca por sonreír mucho, pero debes en cuando, al recordar sus regalos, ésta se asomaba por sus costados.
En sus brazos llevaba el pastel que Wonjae le compro, y bajo su brazo derecho el libro que le regaló, los audios juró pasarselos luego, mientras que se divirtiera con sus amigos.
Al llegar al edificio de su amiga, también compañera de química, le aviso que ya estaba abajo.
Ésta al verla la ayudó con sus regalos y le interrogó por los mismos.
—¿De donde vienes? —preguntó con el libro de Namin en sus manos, iba leyendo el resumen del mismo.
—¿Te acuerdas del rapero que te conté hace dos meses? El que aceptó ser mi algo, no algo —comenzó y al verla asentir con la cabeza siguió—. Bueno, nos vemos seguido desde esa vez, acabo de venir de su casa, él me compro éstas cosas.
—Que dulce —comentó sonriendo—. ¿Están saliendo?
—No, para nada, sigue siendo completamente físico lo nuestro —aseguró sin dudas.
—¿Entonces porqué tan lindo gesto? —se extrañó.
—Él es lindo, es de gestos lindos —aclaró sonriendo.
Yeeun no quiso interrogarla al respecto, pues la sonrisa de Namin le generaba dudas y preguntas, pero confiaba en la palabra de ella, además no había salido ninguna noticia de ella al respecto, supuso que lo tenían bien guardado, para eso deberían evitar las salidas y demás, muy poco probable que su amiga se arriesgara a ser la fuente de chismes de un portal de Internet.
—¿Sólo estos dos?
—Es conocido de Giriboy, le pidió grabarme un audio cantando Hurejasik —reveló sonriendo al recordarlo.
Por poco a Yeeun el libro se le cae de la sorpresa.
—No jodas, ¿en serio hizo eso? —insistió saber impactada.
Namin sonrió contenta a su vez que asentía con la cabeza.
—Voy a necesitar escucharlo luego —exigió sin borrar su expresión de sorpresa.
Al llegar a su departamento Namin se bañó son rapidez pero mientras lo hacía sus otros dos amigos llegaron, con el regalo incluido, el cual era bastante grande. Cuando salió lo pudo ver y casi grita al ver la bicicleta con el moño encima del manubrio.
—Para que no tengas que pagar nunca más el autobús —explicó Yuna agitando sus manos frente a la bicicleta.
—Y estés en un buen estado físico siempre que estés con Wonjae —agregó Taeil emocionado imitando a su novia.
