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—¿Puedo llorar? —preguntó Yuna moviendo las piernas con emoción.

Namin se rió, hace sólo unos minutos le había mostrado la pulsera y pendientes que Wonjae le había comprado de su viaje a Mongolia, Taeil también vio los regalos pero los ignoró y siguió jugando algún juego en su teléfono, ignorando a las chicas.

—Y tú que fuiste a Francia ni una miserable estampilla me diste —criticó Yuna a su novio, hasta golpeó su brazo, provocando que casi se le cayera el celular de sus manos, la miró mal por ello—. Y Wonjae sólo se la coje y es más atento.

—Tsk, seguro le habrán salido entre los dos menos de cuatro mil wons —acusó sin mirarlas—. Aparte de alguna manera tiene que hacer para ver si Namin entrega más.

Por ello se ganó dos golpes, uno en el estómago por parte de su novia y otro en la frente por Namin, además de perder el juego.

—Eres un idiota —insultó Namin molesta.

—Te quiero, lo sabes, pero sólo digo que no es para tanto, aparte tú le pediste que te trajera algo, quizás y se sintió obligado —se justificó encogiendose de hombros—. Opino que debes usar lencería para la próxima.

—Ya uso —notificó sacándole la lengua—. Wonjae es alguien muy bueno, no estoy sorprendida por su gesto pero no que pensara mucho el que regalarme, los pendientes son hermosos y es algo que alguien compraría al no conocer mucho a otra persona.

—Pero la pulsera que tiene a uno de tus animales favoritos como adorno, eso fue otro nivel —continuó Yuna sonriendo—. Fue muy lindo, yo opino que la próxima no usen preservativo.

—¡No le des esos consejos a tu amiga! —gritó Taeil indignado—. Nuestra —rápido corrigió—. No necesitamos a Namin con un bebé, si sale como ella estamos perdidos.

—Idiotas. —Rodó los ojos—. No sé porque son mis amigos.

—Corrección, tú eres nuestra amiga, porque si no fuera por nosotros andarias sola toda la carrera gracias a tu padre —se burló el único varón—. De nada.

—Hablando de la carrera, tengo que terminarla —aviso parandose del suelo, estaban en medio del campus—. Tengo que irme a clases, los veo después.

—¡Hoy es martes de películas de zombie! —gritó Taeil—. No faltes.

Sólo alzó su pulgar para darle a entender que lo escuchó, en ningún momento dejo de caminar hasta el edificio.

Bad vibesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora