MATTHEW
No paro de pensarlo.
Logré cumplir los siete días sobrio. Gané. Aunque debo admitir que han sido los siete días más largos de mi vida, no solo porque he sentido una necesidad impresionante de beber sino porque quería acabar con esto de una vez.
El haber ganado significa que Benjamín debe decir sí a todo lo que yo le proponga durante un día. Ese era el trato.
Pero ahora no sé qué proponerle porque nunca había lidiado con una persona tan orgullosa en mi vida y la verdad quiero invitarlo a un plan que lo impresione.
Ahí es donde encuentro la dificultad.
Es difícil impresionar a una persona que lo ha tenido todo en su vida. Eso pone mucho en perspectiva lo que yo quiero para ambos.
Se me va a complicar muchísimo intentar ser esa persona que le provea todo lo que necesita cuando él no necesita mucho.
Pero no paro de pensarlo.
Y no paro de pensar en lo que pasó el viernes por la noche, cómo es que su tacto fue tan breve y tan simple pero envío tantas respuestas involuntarias en mi cuerpo. Fue muy díficil intentar esconder la erección que inició justo después de que quitara su mano.
¿Y si lo llevo a cine? No, quizás le aburra el cine.
¿A la playa? No, está lejos y debemos volver temprano. Mañana hay escuela.
¿A un casino? No, lo más probable es que esté en contra de las apuestas. O que piense que son estúpidas.
¿A dónde puedo llevarlo?
Qué difícil es sorprenderlo.
Tengo estrés. Porque no es tan fácil de entender como lo era Ethan.
Es un hombre mucho más complejo, es un hombre que no tiene miedo a decir lo que piensa y que expresa sus ideas de una forma imponente. Tiene mucho carácter y él sabe que no es cualquiera y no debe ser tratado como cualquiera.
Y yo no quiero tratarlo como cualquiera o que él se sienta como cualquiera.
El estrés está empezando a convertirse en ira y desde que dejé mis terapias exploto mucho más rápido.
Necesito un cigarrillo.
Busco entre el cajón junto a mi cama y encuentro la caja y un encendedor. Cuando abro la caja me llevo la sorpresa de que está vacía y la ira está aumentando.
Arrugo la caja entre mis manos y la lanzo a través de mi ventana para luego cerrarla con fuerza creando un estruendo.
-¡¿Matthew?!, ¿Otra vez?- oigo gritar a mi madre desde abajo
Entonces lo único que se me ocurre es golpear la pared hasta que mis nudillos están rojos.
El cigarrillo y el licor son las únicas cosas que nivelan mis emociones cuando entro en éstos episodios de ira eufórica. Aunque hay otro método para relajarme.
Tomo mi teléfono y marco el número.
-¿Hola?- dice con voz soñolienta.
-Bueno días, perdedor.-
Es casi como si fuera una inyección de dopamina que entra a mi cuerpo y hace efecto instantáneo.
Mi respiración comienza a nivelarse y de repente empiezo a sentir el dolor en mis nudillos. Lo cuál significa que la adrenalina de mi euforia ha acabado.
-Buen día, ¿Qué sucede?, Es domingo y son las 9 de la mañana. Más te vale tener una buena excusa para haberme despertado.- dice en el teléfono.
-Sí la hay.- quería escucharte. -quería hacerte saber que perdiste la apuesta-
-¿Era eso?.- dice y casi que puedo imaginarme la cara seria que debe estar haciendo en este momento
-También recordarte que debes decir que sí a todo lo que te proponga hoy.-
-Bien, ¿Y qué propones?- dice con tono aburrido
-¿Te gusta jugar bolos?-
-Nunca he jugado.-
-¿No?, Sorprendente. Entonces nos vemos a las 5 p.m-
-Bien, mientras tanto seguiré durmiendo.- dice riendo.
Vaya, su risa.
Luego de eso tomo una ducha y me voy a cumplir con mi turno de hoy en el trabajo.
Las horas pasan más lento de lo que esperaba pero cuando son las 4.30 salgo corriendo a mi casa a ducharme, cambiarme y arreglarme.
Hoy decido ponerme mi chaqueta de Jean.
A las 5 en punto espero a Benjamín en la puerta de mi casa y la verdad es que me alegra mucho verlo llegar a pie. Así puedo llevarlo en mi moto.
Benjamín se acerca y me sonríe a modo de saludo y yo no puedo evitar acercarme a él y atraerlo a mi cuerpo para un abrazo.
Ésta vez el abrazo no se siente forzado y puedo sentir como Benjamín descansa su cara en mi cuello como si le hubiese hecho falta. Y se siente muy bien.
Conduzco a gran velocidad para que Benjamín vea lo bien que se siente el viento en la cara y cuando llegamos tiene los ojos rojos.
-Casi me ahogo.- dice y yo río.
Debo admitir que para ser la primera vez que juega bolos es bastante bueno, sin embargo, no logró vencerme.
Una vez terminamos de jugar volvimos a la motocicleta y fuimos a una de sus pizzerías favoritas dónde se encontró con una de sus amigas. Si no me equivoco su nombre es Allison pero puedo ver que de verdad la aprecia por la forma en la que le sonríe cuando habla.
Al salir de la pizzería Benjamín decide que caminemos hasta un parque cercano donde nos sentamos en una banca a hablar un poco sobre nuestros gustos.
Y me siento como un niño de 6 años cuando me doy cuenta que me pone nervioso si quiera pensar en tomar su mano, pero lo hago.
Lo que me sorprende es que él se acerque un poco más a mí en la banca y descanse su cabeza sobre mi hombro.
Y se siente muy bien, por ese momento nos quedamos ahí prácticamente solos, con la compañía del otro ya que el parque está vacío.
Y no siento ira, y no siento estrés y no siento enojo, solo siento su calor sobre mi hombro, la forma en la que rodea mis dedos con los suyos y la paz que me transmite.
En definitiva Ben es el catalizador de mis emociones.
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Hola, WOW. Fue un reto para mí escribir éste capítulo desde el punto de vista de MATTHEW pero quería sorprenderlos jajaja, cuéntenme qué les parece y si debería seguir con sorpresas de éste tipo❤️
Por favor voten y comenten 🔥🙌
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ART POP.
Romance~ART SERIES: Libro 2~ Benjamín Horch es el típico niño rico. atractivo, todas las mujeres quieren estar con él, la mayoría de sus amigos sólo están ahí por el dinero y por las fiestas, pero realmente eso es algo que él tiene claro, en su cabeza solo...