XI

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Afortunadamente ganamos.

Nuestro partido finaliza y durante la típica charla motivacional Branden nos confirma que tuvo la oportunidad de hablar con algunos cazatalentos y éstos le dijeron que se alcanzaron a interesar en algunos personajes que destacaron en el partido de hoy. Lo que quiere decir que estarán aquí para nuestro segundo partido contra Florida Alligators y espero que para ese partido no me saboteen.

-Ahora, un asunto importante. Creo que todos aquí sabemos lo que sucedió antes de iniciar el partido.- dice Branden haciendo que la atmósfera cambie de una felicidad total a un silencio sepulcral. -Sabotaje. Algo que no toleraremos aquí. Así que si el genio que decidió dañar la camiseta de Benjamín está en ésta habitación que confiese ahora.-

Nadie se atreve a decir nada.

Excepto por Wallace:

-Tus papis pueden comprar otra, ¿No?-

-Sí, ellos sí pueden, ¿Qué hay de los tuyos?, ¿Ya arreglaron las fugas de la tubería en la cocina?- respondo cortante mirándolo serio

-Hey hermano, era una broma. No tienes que ser tan insultante.-

-Ni para hacer bromas eres bueno.- respondo sin quitarle la mirada de encima.

Los demás se miran entre sí casi como recordando por qué es que no deben meterse conmigo.

La verdad es que con los años he aprendido que las palabras duelen más que los golpes. Y si eres una persona tan observadora como yo eres capaz de captar las debilidades del autoestima de los demás y usarlo a tu favor.

-En fin, yo mismo estaré a la cabeza de una investigación acerca de esto.- dice Branden. -Si alguien quiere confesar puede buscarme.-

Los demás chicos empiezan a salir de la habitación y solo quedamos Branden y yo discutiendo el tema mientras entran a las duchas los del equipo de fútbol americano. Eso es lo único malo de éste lugar, las duchas y los casilleros son compartidos, veo que están felices lo que quiere decir que también ganaron y puedo ver la sonrisa orgullosa de Matthew desde el otro rincón de la habitación. Estoy seguro de que va a querer celebrar.

Mierda, las celebraciones.

Olvidaba que cada que un equipo gana un partido se organizan unas fiestas gigantes, de solo pensarlo me dan ganas de irme de inmediato para mi casa. Pero debo recoger primero unos libros para un proyecto de biología que debo hacer con Sarah.

Dejo a Branden hablando con el entrenador y me dirijo a mi casillero pero en el camino me encuentro a Wallace de nuevo

-Qué bien, ahora tu noviecito nos va a investigar a todos. ¿Cómo se siente ser una princesa?- dice

Qué gracioso, él no sabe con quién se está metiendo.

Me preparo para responderle pero no puedo porque casi en cámara lenta siento a Matthew empujarme contra el casillero para abrirse espacio en el pasillo y saltar encima de Wallace.

Lo tumba y comienza a golpearlo casi hasta la inconsciencia mientras dice:

-Aquí está su noviecito.-

Para ser honesto pude haberlo detenido antes pero dejé que Matthew lo golpeara un rato más hasta que decidí que tampoco lo quería ver muerto.

Tomo a Matthew de los hombros y con fuerza lo levanto del suelo. Lo pongo tras de mí, giro sobre mi eje y le digo:

-Ya.-

Matthew me mira a los ojos y su respiración empieza a calmarse, pone su mano en mi quijada y se acerca a sembrarme un beso en la frente para luego abrazarme.

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