Ocho

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CAPÍTULO 8: Una vez más, dormir en paz.

Alrededor de toda mi vida se me ha hecho muy difícil la tarea de hacer amigos o simplemente desenvolverme en público. No me siento seguro en un ambiente donde no conozca a la mayor parte de las personas. Sinceramente, me aterra aveces tener que ir a algún lugar y relacionarme con personas que tal vez no sean las adecuadas y terminen quizá haciéndome bullying por mi forma de ser, o no lo sé.

Antes era un poco más relajado, me gustaba ir por aquí y por allá, pero mi única compañía casi siempre era Chloe. Mi hermano, ella y yo éramos inseparables. Aunque ella era más linda y mucho más carismática. Mi familia es realmente pequeña, pero de todos mis primos ella es quien más sobresalía. Pero al cumplir los doce fuimos separados, ya no supe más nada de ella hasta esta edad, hasta hace unos días cuando me miraba sorprendida por no poder reconocerme.

En las tres escuelas donde he estado, Ethan es quien ha estado conmigo siempre. A todos lados a los que voy siempre estuvo presente. Antes éramos un gran grupo, todos nos relacionábamos y era cómodo, pero debido a los cambios bajó el número a solo cuatro. Cuando sucedió el accidente, quedamos solo él y yo. Todos notaron mi cambio drástico de personalidad y se podría decir que ya no se sentían cómodos conmigo en su entorno, por eso se alejaron. Lo que aún no puedo explicarme y jamás podré justificar es cómo esas personas que algún día fueron tus amigos terminaron haciéndote la vida un lío, así es, esos mismos chicos que durante un año me molestaron por ser el rarito son los que se unieron a la multitud para hacerme daño, tanto verbal como físico.

Robert Adams, Patrick Stone, William Hendrick y una lista enorme de chicos que un día me saludaron con su mano y hasta llegaron a cruzar palabras conmigo. Todos los que contribuyeron a seguir con las burlas sólo por querer encajar con el resto, por ser débiles e influenciables, por tener miedo de guardar silencio y ser atacados de la misma forma por ello.

Esa es una de las tantas razones de por qué me da miedo relacionarme con cuaqluiera, por que no todos tienen un buen corazón, por que no debes darle a cualquiera el privilegio de saber de ti y tu pasado. Darles el privilegio de la información para usarla luego en tu contra. Todo esto es lo que he intentado evitar desde aquel día.

Acepto que fue un cambio drástico, pero también tiene su lado bueno. Me hizo darme cuenta de muchas cosas que estaban mal en mi vida. Los amigos que tengo son los más reales que puedo pedir y se merecen todo en este mundo.

Saco de mi bolsillo el pase de entrada que me dio la directora. Toco la puerta dos veces hasta escuchar "pase" y me adelanto a entrar al salón.

— ¿Sabe usted la hora que es?– dice el viejo calvo detrás del escritorio.

Automáticamente le enseño el pase y él cierra su boca.

— Es su primer pase de entrada...

Ya sé que quiere decir con ello, a la segunda me dirá "No aceptaré más su llegada tarde, aunque venga con un pase de entrada.

Me senté al lado de Ethan, en una mesa que estaba sola. Saqué mi cuaderno y anoté todo lo que estaba en la pizarra, cuando terminé miré el reloj y solo faltaban diez minutos para salir al receso. Ok, tal vez si llegué más que tarde hoy.

Estoy concentrado en mi mesa y escucho un "Hey", volteo y está Acacia con una coleta alta y su chaqueta de cuero, la posición en la que está deja ver gran parte de su busto y su camiseta de tirantes color blanco. Evito mirar ahí y dirijo completamente mi vista a sus ojos.

— Debemos entregar el ensayo, es para el viernes, nos dieron una oportunidad. ¿Tienes alguna idea?– dice simpática, levanto mis hombros como respuesta y ella ríe.

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