Treinta.

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CAPÍTULO 30: Descubrimiento

Última vez que uso un traje de pingüino, ésta vez si es verdad.

Estamos a sólo unas horas de "El mejor momento de mi vida" según mamá. Se esforzó tanto en hacer éste día perfecto para mi, es la mejor mamá del mundo.

Espero pacientemente en el sofá de la sala a que mamá termine de arreglarse, papá ya se encuentra en el auto, Chloe ayuda a mamá con su vestido.

Titubeo un poco mientras repito las palabras escritas en la hoja de papel que tengo en mis manos. Me pidieron escribir un discurso.

— Y el día de ho... hoy. ¡Diablos!— me desespero.

— ¿Problemas con el lenguaje?— dice Chloe mientras baja las escaleras.

— Debí haber estudiado un poco más en vez de pensar en boberías.

— ¿Aún con esa chica en la cabeza?— bromea, sabe lo de Acacia.

Imposible no darse cuenta, si es mi tema de conversación favorito.

— Estoy entusiasmado. Espero verla hoy.

Por el contenido de la carta comprendí que la vería en el momento más inesperado.

¿Por qué hoy? Es la graduación, las cosas son evidentes. No la he visto durante éste año, ¿Por qué volvería para la graduación?

Todo es cuestión de pensar.

Me atreví a usar el traje rojo para hoy, lindo color para marcar la diferencia entre mis compañeros. Mientras tanto, mamá decidió ir a dúo conmigo con un vestido rojo hasta los tobillos.

Nuestra graduación sería al aire libre, difícil para las chicas que decidan ir en tacones. Aún así es una buena temática, de día en el campo y de noche en la ciudad, ya que la fiesta sería en un salón adornado tipo disco.

Todos estábamos listos y en el auto, preparados para irnos.

— Te ves estupenda, mamá— le hice un halago.

— Y tú muy guapo, hijo.

Emprendimos nuestro camino a la escuela. A lo lejos veía a la gente entrar, varios compañeros de clases y se escuchaba música resonar en todo el lugar.

Estacionamos en el único puesto vacío que conseguimos y fuimos hasta el patio de la escuela.  En los últimos puestos yacía Pj junto a su familia, a su lado estaba Ronny. Ethan estaba más adelante, guardó unos puestos justo al lado de ellos para nosotros.

— ¡Hey! ¿Qué tal?— pregunté. 

— Muy presentables todos, ¿Van a una boda?— bromeó. 

— ¿Preparado para esto?— pregunté. 

— Más que nunca, nuestros puestos están por allá. 

Fuimos hasta los asientos reservados y nos sentamos. Cada una de las sillas tenía nuestro nombre y apellido impreso en un papel finamente colocado en el espaldar de la silla.

Fue cosa de suerte quedar al lado de Ethan.

El lugar se fue llenando de gente y yo están entusiasmado, pero aún no había rastro de Acacia.

Buscaba con la mirada el puesto vacío entre todos los estudiantes, para cuando la ceremonia empezó estaban todos los puestos ocupados excepto el primero.

Llamaron a todos los graduados por nombre y apellido, yo era casi de los últimos. Estaba nervioso, mis manos temblaban.

Acacia Jones resonó por unos segundos, no hubo respuesta. Siguieron con los demás hasta llegar a a mi, tragué en seco. Mamá lo llamaría "mi momento de brillar" o algo así. Con todos mis ánimos subí a la tarima a recibir mi diploma y mi medalla, sonreí al público que me aplaudía y luego bajé.

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