Catorce

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CAPÍTULO 14: 5 segundos.

Ya estábamos en plena inicio de noviembre. Los preparativos de navidad cada vez estaban más cerca, a mamá le gustaba organizar todo con anticipación. El primero de diciembre de cada año, mamá organiza una cena para todos nuestros familiares cercanos, siempre terminábamos comiendo hasta reventar ya que nadie venía. Planeaba invitarla, es triste pasar navidad solo.

Aún no le había dicho a mamá con detalles quién era Acacia ni mucho menos que me gustaba. Tampoco es que hacía mucho hincapié en preguntarme a donde iba cada vez que salía, como siempre dijo "No hay problema si llegas antes de las seis", y así era.

Estábamos dando los últimos detalles al ensayo de fin de curso, era la última tarea que entregaríamos este año, pero aún así debíamos seguir asistiendo. Aunque era un fastidio, eran los últimos días junto a Acacia hasta comenzar clases en Enero.

- Y bien... ¿Qué más quieres agregarle?- pregunté.

- Quedó perfecto. Tal vez luego decore los títulos, eso da puntos extra. ¿Quieres comer?- se levantó del sofá y caminó a la cocina, yo la seguí- ¿Te gusta el pastel de pan?

- Nunca lo he probado.

- Pues hoy lo harás.

Tomó un cuchillo y me sirvió dos rebanadas grandes de pastel, dos vasos de jugo de sandía y nos sentamos a mirar la televisión.

- Agh, televisión de porquería- lanzó el mando del televisor contra el sofá.

- No le tienes paciencia, podemos ver la película esa del robot.

- ¡No me gustaaaa!- dijo con frustración, yo me reí- No has probado tu torta.

Lentamente le di un mordisco a la torta de pan. Era muy dulce, pero tenía un ligero gusto a licor, era algo suave. La textura era pastosa y para haberla hecho Acacia, le había quedado tan buena que quería dos pedazos más para llevar.

- Está deliciosa- dije, con la boca llena de pastel.

- Créditos al chef- dijo victoriosa.

Me reí ante su comentario, todo quedó en silencio. ¿Debía preguntarle?

- ¿Qué harás en navidad?- ataqué.

Su vista se dirigió hasta mi y dejó el plato sobre la mesa de centro- Lo mismo de todos los años, ver mi pobre angelito y comer gomitas, quizá lo cambiaré por chocolate aliente este año- tomó el trozo de pastel y mordió una buena porción.

- Mi mamá organizará una cena familiar para todos nosotros el primero de diciembre. Estaba pensando en invitarte, ¿Te interesa?

Dejó de masticar y su atención fue directo a mi, nuevamente. Tardó unos segundos en contestar, la dejé pensarlo un poco.

- ¿Le has dicho a tu mamá que existo?- preguntó incrédula.

- Se lo he mencionado- mentí-. Celebraremos eso y quiero que vayas conmigo. El veinticinco la pasaremos en casa y luego celebraremos mi cumpleaños.

Sus ojos se abrieron como platos justo cuando dije eso.

- Dios, es cierto. Cumples el veintinueve, debo preparar tu regalo de cumpleaños- se echó a reír- Estaré ahí, no te preocupes.

- Eso espero. Un mes y veintinueve días para pensar qué regalarme.

- Bien, ya que en esto estamos, el siguiente martes tendré un enfrentamiento con otra escuela, con lo de la natación y eso, espero que asistas. La final es el veintidós. Puedes ir mañana a mi entrenamiento. Eres de los invitados más importantes.

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