¿Señorita?

Pijamada

-Hasta que llegas-me dijo Gabriel con una sonrisa cuando había llegado al jardín del hotel.

Allí tomarían las fotos. Todas las chicas estaban allí con el mismo traje que yo, uno ajustado y de licra, color rosado con negro, además unas botas bajas de tacón un poco alto, no mucho, solo un poco.

-Lo lamento, pero me arreglé lo más rápido que pude-sonreí un poco hiperventilada.

-Bueno, hay que apresurarnos que esperan por ti-me agarró del brazo para sentarme al frente de un gran espejo y empezar a maquillarme.

Rápidamente alguien se acercó trotando y agarró mi cabello. Abrí mi ojo levemente y pude ver a Daniel.

-Te planchare el cabello porque no hay tiempo de nada más-me dijo y sentí el calor de la plancha en mi cuello-Nena, debemos hacerte una hidratación en ese cabello.

-Y debes dormir más, tienes unas ojeras difíciles de cubrir-se quejó Gabriel.

-Lo lamento-murmuré.

-Basta de decir esa palabra-se quejó Daniel.

-Perdón...-fue lo único que dije.

No encajaba, en verdad no lo hacía, con suerte no me eliminarían en la primera ronda, pero no tenía caso que Daniel y Gabriel se esforzaran en mi imagen o que Emma se esforzara en que yo fuera una dama, nunca lo sería, nunca encajaría.

-Mira-Gabriel se alejó de mí y vi el espejo, aun no estaba lista ¿Qué quería que viera? Noté cómo señaló la esquina del espejo y pude notar como Oscar entraba con el fotógrafo y dos papeles en sus fosas nasales.

Solté una carcajada por inercia y me tapé la boca cuando las demás concursantes me veían enojadas, seguramente porque estaban retrasadas por mí.

-No arruines mi obra maestra-Gabriel me dio un pequeño golpe muy inofensivo en mis manos para que yo no arruinara mi maquillaje y volví a sentarme recta.

Daniel y Gabriel continuaron con mi peinado y maquillaje y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba lista.

-¡Lista!-anunció mi padre feliz. Él como mi "representante" había estado esperando pacientemente a que yo terminara.

Caminé lo más rápido que pude con los tacones y me dirigí con las demás chicas.

-Al fin-se quejó Oscar-Quiero que se coloquen todas en una fila-todas hicimos lo indicado-New York, colócate al frente-yo lo miré mal pero hice caso. Ahora sería el centro de atención en la foto-Las más pequeñas quiero que se agachen un poco, apoyando una rodilla en el suelo y con una de sus manos agarran su barbilla-señaló a las concursantes más pequeñas-Las más altas se quedan paradas pero la pierna derecha hacia adelante y la mano izquierda sobre su cintura-indicó y todas hicieron lo propuesto-Y tú-me señalo-Colócate así-dijo sacando lo poco que tiene de culo hacia atrás y con las manos sobre las caderas.

-¿Y se supone que yo soy el gay?-comentó Gabriel y no pude evitar reír porque lo escuché fuerte y claro, pero al parecer, Oscar no pudo.

Hice lo que me indicó Oscar, me sentía humillada. Las chicas de atrás miraban mi culo, espero que a ninguna le gustara.

-Ahora quiero que las que están paradas sonrían, las arrodilladas se mantengan serías pero sexis al mismo tiempo y tú-me señaló-Has algo como si rugieras y fueras la dueña de todo-enarqué una ceja ¿Qué pretende? Me odiarán si ven que me tiene favoritismo. Creo.

El "creo" ahora era mi palabra favorita.

Todas hicimos lo indicado y el fotógrafo comenzó a tomar varias fotos. Luego cambiamos a que nos poníamos en tres filas, las de atrás paradas, las del medio arrodilladas y las de en frente sentadas en flor del hoto.