- ¡Hyung! ¿Usted me quiere?
- Seok mira lo que estás haciendo, te mancharás el uniforme con el algodón de azúcar...
"Y así una vez más YoonGi logró evadir la pregunta del menor, pero algún día tendría que responderle, y ese día estaba más cerca de...
Hoseok se encontraba sentado en las pequeñas escaleras que habían en la entrada del Jardín de Infantes, hacía más o menos 20 minutos que estaba allí esperando a YoonGi, ellos acostumbraban a siempre irse juntos porque sus casas quedaban justo una al lado de la otra, pero por alguna extraña razón el mayor estaba llegando tarde por Hoseok, algo que era inusual ya que cuando el menor salía del Jardín, su hyung ya estaba esperándolo en la entrada.
Abultó sus pequeños labios rosados en un puchero mientras comenzaba a mover de arriba hacia abajo sus piececitos más rápido por la desesperación de ver que YoonGi aún no llegaba. Si el pelinegro no aparecía dentro de cinco minutos iba a comenzar llorar.
Tomo una ramita que había por ahí tirada en la tierra y comenzó a dibujar en el piso garabatos con la intención de entretenerse pero no le funcionó causando que su desesperación sea mayor, comenzó a sollozar al notar que YoonGi seguía sin dar señales de llegar. No quería que lo vieran en ese estado por lo que cubrió su carita con sus manitas para evitar que lo vieran.
Lágrima tras lágrima salían de sus ojitos, cuando sintió a alguien acariciar su cabeza, dio un pequeño brinco del susto pero al reconocer el aroma de la persona "desconocida" rápidamente se puso de pie y lo abrazo ahogando sus pequeños sollozos en el pecho del contrario.
Aunque no lo pareciera YoonGi se estaba culpando demasiado por hacer llorar a su cachorro, así que con disimulo correspondió a su abrazo pero lo soltó rápidamente cuando este se separó de él y lo miro con los ojitos acuosos.
—H..hyung... creí que me había abandonado...— hablo Hoseok entre hipidos tratando de limpiar los rastros de lágrimas que habían quedado en su rostro.
—No seas tonto Seok, jamás haría eso— Contestó el mayor para tranquilizarlo.
—E..entonces ¿P..por qué tardo en venir por mi?— Pregunto Seok mientras miraba el piso y jugaba con sus manitas.
—En la heladería habían rebajas, entonces fui por tu helado favorito pero no pensé que la tienda estaría abarrotada de gente— YoonGi se quito la mochila de su espalda y la tomo entre sus manos, abrió el cierre para sacar de esta un pote pequeño de helado de vainilla, fresa y chocolate, con mucho cuidado lo dejo en las manos del contrario.
Hoseok miro fascinado lo que su hyung le había traído y rápidamente su expresión cambió a una feliz como habitualmente solía estar. —¡Gracias hyung!— Dijo sin que su sonrisa en forma de corazón desapareciera.
YoonGi asintió y tomó la mano del menor para empezar a caminar rumbo a sus hogares.
Durante todo el camino en ningún momento YoonGi despegó la mirada del menor pudiendo observar cómo este comía feliz su helado mientras intentaba no pisar las rayas que habían en la acera.
Al llegar decidieron quedarse un rato sentados en la entrada de la casa de Hoseok y mientras tanto jugaban a ver quien contaba más autos amarillos pasar pero eso pronto aburrió al menor así que le empezó a contar a su hyung todo lo que había hecho hoy en el Jardín y no hubiera parado de hablar si no fuera por su madre quien le dijo que ya era la hora del almuerzo.
YoonGi se despidió de Hoseok revolviéndole el cabello y diciéndole que mañana vendría un poco más temprano de lo habitual por el para llevarlo al Jardín de infantes.
El menor le dio un beso en la mejilla a su hyung a modo de despedida dejando al contrario en un estado de shock, esa siempre era la intención de Hoseok al hacer aquello, sabia que al tomar desprevenido a su hyung, este no sabría como reaccionar ante cualquier cosa que hiciera el pequeño pelirrojo y para Hoseok era lindo ver a un YoonGi todo nervioso sin saber qué hacer. Cuando YoonGi ya estaba a mitad de camino a su casa, pudo escuchar la voz chillona de Hoseok gritarle: —¡Hasta mañana hyung! ¡Cuídese, lo quiero mucho!— para luego mirarlo directamente a los ojos descifrando que el menor estaba esperando que le respondiera lo mismo que él había gritado pero se limitó a agitar su mano y seguir su rumbo.
Hoseok no lo noto, pero YoonGi tenía ruborizadas las mejillas mientras tocaba la zona donde momentos antes había dejado un beso.
YoonGi por una parte seguía ignorando la pequeña atracción que sentía por el menor mientras que Hoseok por otro lado estaba ideando nuevas ideas para escuchar a su hyung decirle que el también le quería, aunque sea una sola vez.
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