Capítulo 8 «Cámaras»

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Miré la pequeña pero peligrosa mancha en la cama y mi ojo izquierdo comenzó a titilar o temblar levemente por la impresión que me daba aquello.

Mi mente por un lado decía: ¡Sí, soy una señorita! Y por otro lado: ¡Noooo, hemos cavado nuestra propia tumba!

«Tranquila Marinette, mamá nos habló sobre esto cuando te la dabas de curiosa estre sus cosas.
No es nada malo, es parte de la vida de una niña, pronta a convertirse en una mujer y madre maravillosa. »

« Inhala...exhala.»

—Todo estará bien. Tranquila.— me decía a mí misma tratando de tomar esto con normalidad pues mamá una vez me dijo que esto sería parte de mi vida hasta que fuere una viejita con bastón y mi cuerpo ya no quiera hacerme sufrir con esto que es nuevo en mí.

—Bien, ahora voy a caminar lentamente al baño para no marcharme más y luego llamaré a Natalie con completa calma como la niña...quiero decir señorita buena que soy. — con mi plan infalible en mente expulse el aire que mis pulmones habían retenido.

Miré la puerta del baño y luego miré la mancha y así fui de nuevo con la vista al baño y otra vez a la mancha hasta que me canse.

—Es hora. — me giré hacia el baño dispuesta a caminar con normalidad. — ¡Con un demonio! — mandé el plan al cuerno y corrí con toda la velocidad que mis torpes piernas y la incomodidad me lo permitieron.

Una vez dentro cerré la puerta con un gran estruendo y me paré frente al espejo.

—Bueno, no fue tan malo. Ahora solo resta a que llame a Natalie sin llamar demasiado la atención, y rogar a porque Adrien y Félix estén haciendo sus cosas de chicos y no se enteren de nada. Uuff — me miré una vez más al espejo y lo supe: ya era hora.

— ¡¡¡AAAAAAHH!!! ¡¡ME VOY A MORIR!! ¡¡AAAAH!! ¡NATALIE ESTOY MURIENDO! ¡HAY SANGRE! ¡AAAAHHH! — grité a todo pulmón dejando de lado lo enseñado por mi madre respecto al tema.

Luego de unos segundos sentí como si caballos galopaban a toda velocidad a mi encuentro y de repente aparecieron Natalie, el Gorila, Gabriel, Félix, Adrien y algunas sirvientas a la puerta completamente agitados y asustados como si estuviesen huyendo del peor asesino de la historia.

—Q-ué sucede — preguntó a duras penas Natalie aún agitada acercándose a mí y sosteniendo mis mejillas entre sus manos buscando lo que era el problema.

—¿Hija, estás bien?— Gabriel también se arrimo.

—Marinette ¿Qué te sucede? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? — el tierno de Félix se veía muy preocupado.

Adrien desde atrás de todos. No pude verlo porque todos eran más alto que él. Pero aún así sabía que estaba allí y que pronto diría algo estúpido de lo que estaba segura luego se arrepentiría.

—¿En serio vas a morirte?— lo escuché — ¿Puedo quedarme con sus vídeo juegos? Prometo completar los niveles y divertirme en el transcurso. —

Si, ese es mi hermano.

No me quejo, me cae bien. Así es él.

Natalie me sacudió por los hombros ignorando (como todos) a Adrien.— Marinette, dime ¿Porqué llorabas?— susurró tratando de sonar tranquila y usando una voz sumamente tierna y maternal.

Mis mejillas se pintaron de rojo y bajé la cabeza intimidada y …— Es que... me da vergüenza. Adrien, Félix y Papá Gabriel están aquí y ellos son…— le susurré a ella pero supe que Gabriel lo había escuchado también porque de inmediato empujó levemente a su asistente para arrodillarse frente a mí y poner una de sus manos en mis hombros y con la otra tomó mi mano.

❇HERMANOS AGRESTE❇ []ADRINETTE[] MLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora