❇HERMANOS AGRESTE❇ []ADRINETTE[] MLA

Capítulo 14 «Video»

A los 13 años de Adrien todo se volteó de cabeza. Creyó que sólo eran unos días de enfermedad o una crisis mental.
Algo pasajero y de corta duración.

Una pena que se halla equivocado...¿O tal vez no?

ADRIEN

¡No puede ser! ¡No puede ser!

¡Corre, corre!

Ya no somos niños ¡Joder! No puedo creer que esté haciendo esto. ¿Y todo por qué?

A sí.. ya lo recuerdo, solo por haber roto un vestido de Marinette, ella se había enojado tanto que para calmar su bestia interior me ofrecí a ser su esclavo, es decir: hacer travesuras con ella.

Era muy madura para su edad, pero aveces...aveces tomaba una actitud muy infantil.

Cosa que en vez de disgustarme...Me encantaba.

Por eso, heme aquí. Yo corriendo por los pasillos tratando de no chocar con nada de valor que podría llegar a romperse.

Tenía puesto un traje blanco súper costoso que papá pidió que no ensuciara, hasta ahí estaba todo bien. Lo malo era que Marinette me perseguía con un globo lleno de pintura morada NO REMOVIBLE que había encontrado en una habitación.

Correr con un traje hecho a tu medida no es nada favorable.

Paré en una esquina para tomar un poco de Aire.

Para ser una niña (demasiado linda) que usa vestido y zapatos incómodos, corría demasiado rápido.

Retome el escape y estaba a punto de abrir la puerta que estaba doblando la esquina, cuando de repente siento un cuerpo estrellarse contra mi espalda, callendo ambos al suelo.

—Uughh~ —Escuché un quejido femenino y deduje que era Marinette.

Sentí la parte mojada la parte baja de mi espalda y parte de mi trasero.

—Maldita sea — murmure entre dientes.

Ella se incorporó y yo hice lo mismo girandome para mirarla enojado.

Ni su preciosa cara bonita iba a salvarla de esta.

La vi tapando su boca y con sus ojos muy abiertos. —Lo. Lo siento Adrien. ¡Juro que no quería mancharte! ¡Sólo quería asustarte! — se escusó retrocediendo.

Mientras ella retrocedía yo avanzaba. —¿Y crees que disculparte va a remediar este desastre? — rodé los ojos y ella igual.

Puso sus manos en su cintura y levantó las cejas. —No lo sé, tu dime. ¿Se arregló mi vestido con un lo siento Marinette ? —

Cerré mis manos en puños y le advertí — Corre...— entre dientes.

Sin pensarlo mucho ella desapareció corriendo. Estaba dispuesto a seguirla, pero como buen hermano le Di tres segundos de ventaja.

«Estoy listo para el masacre.»

«Uno, dos, tres...»

—¡¿ADRIEN?!— papá puso el grito en el cielo a unos pasos detrás de mí.

«Que mala suerte»

Giré lentamente para encontrarme con el rostro rojo de enojo de mi Padre y pronto asesino.

—¿Sí, papá?

Mi tono inocente ya no funcionaba con él, pero valía la pena intentarlo ¿No?