❇HERMANOS AGRESTE❇ []ADRINETTE[] MLA

Capítulo 17 «Secretos de família»

- Tengo que informales que no es algo lindo lo que vais a escuchar...
Comenzó a relatar Gabriel Agreste. Miraba a sus hijos analizando sus expresiones, como si aquellos a quienes tenía delante fueses unos libros abiertos a quienes podía interpretar como cualquier simple lector.

Fracasó en el intento obligándose a seguir.

-Conocí a Marinette un día doloroso para muchos de nosotros...por no decir todos. -suspiró abandonando su palabrería formal, incluso cambió su postura a una más curvada...decaída. Como si siquiera tuviera fuerzas para mantener una postura firme.

Bajó su mirar al suelo y prosiguió.- Ése día creí que mi mundo feliz había acabado. Que no podría mantenerme de pié sin romperme. Creí que...nada de lo que haría ayudaría a salir adelante con mis hijos...solo pensé en que sería un carga para ellos en su tarea de sobrellevar el dolor de una perdida tan grande como el del amor de una madre o...el amor de tu vida. -Sus ojos se cerraron tratando de retener un poco más aquellas lágrimas que amenazaban violentamente con salir sin ningún tipo de aviso. - Marinette entró a mi vida el mismo día en el que nos reunimos en el cementerio para despedir a....Emili.

Ambos rubios tomaron aire con esas-aparentemente- pequeños pero increíbles acontecimientos. Sus ojos recaían en su hermana azabache y el hombre canoso que se esmeraba en en no decaer.

El Agreste de avanzada edad continuó con el pequeño relato de lo que pasó aquel día. Luego pasó a a otros puntos que desconcertaron a ambos chicos. -Después de nuestro pequeño encuentro me llegó la información sobre ella en menos de un día. Contacté con el orfanato temporal al que ella había sido asignada donde me presentaron mil y un problemas para que no pudiera adoptar. Claro que pude superar cada uno de ellos. -Agregó al final, sin entrar en detalles que pidieran ocasionar que Marinette o cualquiera de sus hijos cambiaran la forma con la que lo miraban. Pues sus tácticas para llegar a la adopción de la hija de unos empresarios tan importantes no podía llegar a realizarse jugando limpio. - Pese a que pude adoptar a Mar...no pude exterminar todos los problemas que su familia había tenido antes de partir. Con ello me refiero a que no pudimos encontrar a los asesinos de sus padres. El barco en el que todo sucedió se incendió, allí no hayariamos nada, los empleados en su mayoría estaban heridos y ninguno presentó alguna sospecha, sin mencionar que aún hay muchos cabos sueltos. -Suspiró mirando a su hija pequeña.- Todos los hechos causaron muchos estragos en su hermana y...desde que llegó, sus recuerdos no hacen más que corromper su salud. Ella padece de-

-Me dan ataques de epilepsia. -Interrumpió Marinette sin tapujos. -Una enfermedad que dicen los médicos es incurable o temporal pero que tal vez con una operación pueda "quedar como nueva", sin embargo, hay un gran porcentaje de riesgo y ni yo ni Papá Gab estamos de acuerdo en alguna intervención quirúrgica ni nada parecido. -Miró hacia uno de los cuadros de la familia Agreste, donde todos parecían felices, cuando la señora Agreste aún estaba allí. Quiso rememorar sus días felices con su família aún sabiendo que esos recuerdos le hacían sentir mal. -Yo...ayer tuve un ataque, aveces son producidos por golpes o ruidos fuertes que me asustan o...malos recuerdos. El día anterior recibí un paquete junto con una carta...en ella había una grabación de nosotros ése dia del incidente.....cuando mis padres murieron. La carta estaba impresa y decía: Los momentos lindos siempre acaban, no lo olvides. Luego todo se volvió negro y desperté en el Hospital.- terminó por contar analizando como Gabriel hace unos minutos, las expresiones de sus hermanos.

Los blondos se miraron entre ellos sin saber cómo actuar a partir de allí. Sabían bien que ni su padre, ni Marinette, les habían rebelado todos los secretos que acallaban. Más ninguno estaba dispuesto a presionar.

Félix carraspeo-Estoy agradecido con ambos por habernos confiado algo como ello. Sin embargo, creo que debiste confiar en nosotros los problemas de salud de Marinette, Papá imagina que un momento de crisis se presente en ella, y nosotros estemos tan inmiscuidos en lo nuestro que no nos demos cuenta o peor que no supiéramos actuar. Eres un hombre inteligente papá ¡Que nos ocultaras algo así, es una necedad! -levantó la voz enojado por las desiciones de su padre. Más su actitud era a causa del temor a no poder cuidar a su hermana menor.

Gabriel suspiró frustrado. -Félix comprende que esto no sólo lo decido yo. Si uno de ustedes quiere que yo guarde un secreto ¡Con gusto lo haré! Hay un concepto muy grande que debes aprender Félix y se llama privacidad. No importa cuan unida sea una familia, si alguien decide no contar algo no tienes por qué obligarlo a hablar. -reprendió a su hijo con autoridad obligando a éste a callar. -Adrien ¿Tienes algo que decir?

El mencionado miró en todas las direcciones cómo si existiese alguien más en aquella habitación con el mismo nombre.

-No, sólo espero que aquellos ataques sean sólo temporales, y que se puedan atrapar aquellos bandidos que intentan hacerle daño. -deseó de forma sincera que todo aquello acabara lo más pronto posible por el bien de su hermana.

Compartieron un par de palabras más, y por consecuente cada uno se fue a su habitación o a hacer sus deberes.

·······>

Marinette en su cuarto leía el libro que había sacado sin ningún tipo de permiso del cuarto de Félix cuando la puerta se abrió dejando entrar al rubio menor de los Agreste.

Ella levantó su vista dejado el libro a un lado de su cama. -¿Qué haces aquí?

El oji-verde se sentó en la misma cama a una distancia prudente.-Sólo quería hablar un poco contigo.- Miró sus manos temblorosas por los nervios.

Lo que venía a decirle no era algo que a él le conveniese más sin embargo creía que no tenía opción. Debía anteponer lo correcto antes que el querer . Muy a pesar de que eso significase dolor en su corazón.

Ella lo miró dudosa sin saber a si su visita se debía a la charla de hace unas pocas horas.

-Claro, dime.

-Bueno verás yo...Creo que hay cosas que debemos corregir.

-He? ¿Cómo cuales?

Adrien miró el suelo buscando la valentía para hablar. Cuando creyó haberla hayado continuó.- Somos hermanos y yo te quiero. Hay algunas cosas que siento no son correctas entre hermanos a pesar de que en mi son las acciones más fieles a lo que siento por ti.

-Te refieres a cuando nos besamos ¿No es así?

Preguntó la niña. Aún sabiendo de que aquél de besarse le quedaba muy grande a sus pequeños roces de labios.

-Sí, yo...No es que no me guste, si no que creo que está mal a pesar de que no seamos hermanos de sangre. Ahora mismo no comprendo con exactitud por qué es que está mal pero sé que cuando seamos grandes sabremos que hemos hecho lo correcto. -

-Entiendo pero - Marinette tomó entre sus manos las manos tibias y temblorosas del rubio que hacía latir acelerado su corazón. -Se sincero, ¿Esto tiene algo que ver con lo que hablamos con papá y Félix hace un rato?-

Adrien abrió los ojos sorprendido y negó rápidamente con la cabeza -¡Nonono! Yo solo...Creí que debíamos dejarlo en claro ahora antes de que ocurra algo de lo que podamos arrepentirnos.

-Entiendo. Yo también tengo mis dudas. Ya sabes, tu jamás has salido de aquí a hacer amigos y yo necesitaba a alguien que me quisiera. Tal vez el encontrar a alguien nuevo y tal cariñosos con el otro nos llevó a confundirnos. -Razonó más para ella, sin embargo ambos comprendieron a duras penas que tal vez tenían razón. - Ya veras que cuando iniciemos en el colegio nos enamoraremos de alguien.

El blondo suspiró no muy conforme a pesar de que aquello salió mejor de lo planeado.

-Tienes razón.

Ambos sonrieron. -¡Ven acá chaparro loco! Marinette tiró de su mano y los dos se abrazaron.

-Te quiero hermano.

-Y yo a ti.-susurró en sus brazos.

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Gracias a todos aquellos que me ficitaron por terminar una etapa tan divertida y linda como lo fue la secundaria.

¿Qué les pareció el cap?