Los días pasaron muy rápido, se acercaba la fecha para nuestra primera presentación en el Roller. Mi compañero de habitación dejó de mencionar a "Karol Sevilla", creo yo que ya dejó esas locas ideas de que yo soy Karol, aunque si lo soy no quiero que lo descubra.
— ¡Troten más rápido mariquitas! —gritaba el entrenador.
Todos estábamos exhaustos, el entrenador se puso aún más estricto de lo que era, excepto con su hijo Máx.
— Suficiente, mañana a la misma hora, veremos técnicas del patín así que pueden retirarse nenitas. —sonó fuertemente su silbato.
Todos fueron a las duchas del gimnasio a darse un gran baño ya que olemos a perro muerto, en cambio yo siempre voy a la ducha de mi habitación para que no se den cuenta que no tengo las mismas "cositas" que ellos tienen. Al llegar a mi habitación me encontré con la sorpresa de que Ruggero estaba en la ducha, lo cual se me hizo sumamente raro.
El agua dejó de sonar y se escuchó mucho silencio en la habitación.
— Maldición... —escuche decir a Rugge. — Lio olvidé mi toalla ¿podrías pasarmela?
Tragué saliva.
— ¡Lio! ¿Estás ahí? —volvió a decir.
— S-Si ya voy.
Tomé su toalla y con las manos temblorosas poco a poco abrí la puerta del baño.
— Te pasaré la toalla con una mano para no tener que abrir la puerta. —con la puerta entre abierta solo metí la mano que sostenía la toalla, evitando ver por la pequeña rendija que me permitía ver parte del baño. —aquí tienes.
Sentí como me jalonearon la mano adentrandome al baño y con mi cuerpo cerró la puerta. Justo frente a mi estaba Ruggero recién bañado, sus lindos rizos estaban llenos de agua y traté de no mirar más abajo.
Me tenía acorralada con ambas manos sobre mi cabeza, mirándome fijamente.
— ¿Q-Qué haces? —apenas pude pronunciar.
— Admite qué eres Karol Sevilla y que en este momento te mueres por besarme. —susurro cerca de mis labios.
— No lo soy... Deja de insistir con eso ¿por qué eres tan molesto?
— Es mi don, mi maldición. —guiño un ojo. —pero dime toda la verdad Karol Sevilla, no tienes escapatoria.
— ¡Qué no soy Karol Sevilla!—me exalté.
— ¿Ah no?
— No, no lo soy y para que lo sepas tu eres un...
No logré terminar de decir por que impactó sus labios contra los míos, me dejé llevar por todo lo que estaba sintiendo en este momento y correspondí su beso. Dejé que su boca explorara la mía en una combinación de sabores y deseo.
— ¿Me diras qué este beso no significó nada para Karol Sevilla?
— No, por que te lo vuelvo a repetir, no soy Karol. Acabas de besar a un chico. —golpee su hombro para que dejara de acorralarme y salí del baño.
Narrador omnisciente
Karol corrió a contarle a su amigo Agus todo lo que había pasado.— ¿Volvió a mencionar a Karol Sevilla? —preguntó sorprendido.
— No solo eso, también me besó. —Agustín abrió los ojos como platos.
— ¿Eso quiere decir que ya sabe que tu eres Karol?
— No lo sé, no sé ni que hacer Agus. —escondió su cabeza entre sus piernas.
— Tranquila, pensaremos en algo juntos. —le dió palmaditas en su espalda.
Aquellos amigos charlando de sus problemas en el campus no se imaginaban qué entre los arbustos se encontraban dos de sus enemigos.
— ¿Escuchaste eso Gus? —preguntó sonriente.
— Lo escuché Máx.
....
Amigos, perdonen por estar tan ausente, los dejo con este capítulo, trataré de escribir más seguido.
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Internado para Varones
FanfictionKarol tendrá que hacerse pasar por un hombre para poder entrar en la escuela de sus sueños; en el camino conocerá 3 increíbles chicos que formarán parte de sus aventuras y se enamorará de uno de ellos, ¿o tal vez de dos?