En un mundo donde vampiros y humanos han llegado a una convivencia pacífica en igualdad de condiciones, se creó una droga llamada "Desmodontinae" conocida simplemente como "Píldoras" se trata de una droga que otorga momentáneamente a los humanos las...
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Pasamos algunos minutos haciéndonos arrumacos en el laboratorio de los alquimistas hasta que un suave toque en la puerta nos interrumpió, era Dragon.
—Hola chicas. Solo quería saber si hoy entrenaremos Agnes.
—Claro Dragon, solo espera a que vaya a cambiarme. Y ahora sí Scar podrá vernos, —comentó ella emocionada
Dragon se rascó la nuca como si dudara.
—No lo sé, la última vez que tuvimos espectadores yo terminé golpeado. —Sonaba preocupado cuando miró a Agnes, pero yo podría discernir la burla en su tono.
—Pero ahora yo estaré abajo... —comentó Agnes
—No es de ti de quien me preocupo.
—No necesito un pretexto para golpearte Dragon, así que no veo mayor problema.
Me moví rápidamente para pasar a Agnes y lanzar un puñetazo hacia él, que lo desvió con relativa facilidad pues no era un golpe real. Podría haber continuado con una llave para ese movimiento pero se contuvo.
—De acuerdo, entiendo el punto y no voy a arriesgarme a tirar algo aquí y que los alquimistas se me vengan encima. —miró a Agnes con fingido terror.
—Una decisión sabia, —contestó ella intentando sonar seria pero pronto los tres estábamos riendo—. No me tardo, los veo en las salas de entrenamiento —y salió corriendo de la sala.
Dragon y yo nos dirigimos con mayor calma hacia la sala indicada.
—¿Por qué no has practicado con ella también? —me preguntó en el camino.
—Con el poco tiempo que nos dejan las recientes misiones, no he tenido mucho tiempo y cuando estoy con ella lo último en lo que pienso es en el entrenamiento...
—¿Además? —presionó, maldito Dragon que me conocía bien.
—Bueno, sinceramente yo no podría dañarla ni siquiera entrenando... no tengo el valor. Así que no serviría de mucho entrenar.
—Eso ya me lo había imaginado, pero eso explica por qué no has entrenado "contra" ella, no "con" ella
Habíamos entrado en la enorme sala de entrenamientos, miré a todos lados menos a él, pensando en mi respuesta hasta que el peso de su mirada fue demasiado. Lancé un suspiro antes de contestar.
—Bueno, ella creció creyendo que nosotros éramos unos asesinos insensibles y crueles... —me rasqué la nuca—. No quiero que vea demasiado de mí que alimente esa imagen, —susurré.
De pronto Dragon me asesto un fuerte manotazo en la espalda que me recorrió todo el cuerpo. Iba a recriminarle pero le encontré sonriendo hacia mí.
—Ella ya te ha visto, recuerda que esa "parte" de ti fue lo que la salvó.
—Sí, y también lo que la alejó de su familia...
—Te equivocas, lo que la alejó de su familia fueron esos mismos prejuicios que tienen contra nosotros. Si se dieran a la tarea de conocernos, tal como lo hizo Agnes, verían nuestra verdadera naturaleza. Es esa naturaleza de la que se enamoró Agnes.
—Lo sé, pero si yo no perteneciera a la Unión...
—Ahora estarías muerta y ni siquiera la habrías conocido, ella también estaría muerta a manos de Troy. ¿Ahora vas a comenzar a dudar de tu lugar, de nosotros? —Me interrumpió.
—No, para nada. Estoy completamente convencida que hacemos lo correcto, al menos lo único que podemos hacer, y ahora con Agnes tenemos una nueva oportunidad... solo me gustaría que ella no hubiera tenido que perder a su familia para eso, tú no la has escuchado llorar en las noches, o en los días en este caso. —mi corazón se oprimió al recordarlo.
Nos habían asignado cuartos conjuntos, aunque la mayoría de las veces Agnes se pasaba a mi cama cuando comenzaba a despuntar el día. Y algunas veces, aún a través del sueño mortal, podía escucharla llorar contra mi pecho, esos momentos eran desgarradores pues no había mucho que pudiera hacer más que abrazarla contra mí.
—Recuerda nuestros vínculos, muchas veces tanto Dust como yo podemos sentir lo que sientes, su dolor nos llama en esas ocasiones. Pero sabes tan bien como nosotros que una simple duda podría significar nuestra muerte en ciertos momentos.
Volví a suspirar.
—Lo sé bien, créeme que no dudo, es solo que me gustaría que las cosas fueran diferentes, fueran mejores
—Todos lo desearíamos, pero las cosas son como son.
—¿Desde cuándo eres tan filosófico? —dije con burla, me lanzó un par de golpes juguetones que desvié con facilidad
—Bueno, alguno de nosotros debía poner a trabajar sus neuronas.
Antes de que comenzáramos a pelear Agnes entró también a la sala, se había puesto un top y un pants negros y bastante pegados, lo que le permitiría moverse con facilidad y a mí apreciar todas sus curvas. Al verla olvidé por completo lo que estaba platicando con Dragon.
—Estoy lista —dijo con una sonrisa.
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Hola mi bonitos lectores, tenemos actualización.
¿Pueden entender las emociones de Scar? ¿Qué se les ocurre que podrían hacer para ayudar a que ambas se sientan completamente bien? Ella solo quiere que Agnes sea feliz a su lado.
