Sabía que era lo mejor, no quería que mi relación que Agnes se viera opacada por mentiras o cosas ocultas. Pero el saberlo no ayudaba a relajar mi corazón.
Le había dicho la verdad a Dragon, yo no dudaba que hiciéramos lo mejor que podíamos para que el mundo fuera mejor, no dudaba que todos los traficantes merecían la muerte que les proporcionábamos pues eran completamente conscientes de lo que hacían, todo el mundo sabía lo que las píldoras podían ocasionar; además claro que ninguno de ellos dudaría en matarnos a su vez de tener la oportunidad.
Pero en mis peores pesadillas podía ver en Agnes la misma mirada que me había dedicado su hermano cuando me había amenazado, ver eso en la realidad me rompería completamente el corazón.
Mientras subíamos las escaleras (Solo eran dos pisos, no valía la pena usar el elevador) Agnes no levantó la mirada. Me dijo que no dudara de su amor e intentaba no hacerlo, pero el miedo estaba profundamente arraigado y me costaba trabajo eliminarlo.
Llegamos pues a la zona de las celdas, tuve que utilizar mi acceso para poder pasar las dos puertas de seguridad que las separaban del resto de instalaciones. Dentro había un largo pasillo con luz blanca, con tres celdas a cada lado de él. Casi todos estaban vacíos y tenían la luz apagada, solamente estaba encendida en la de en medio de la derecha.
Cada celda estaba rodeada por tres gruesas paredes y gruesos barrotes veteados de plata del otro lado. Un tubo macizo recorría las paredes de cemento de manera que, al ser encadenado a este, el prisionero pudiera moverse con relativa facilidad a través de todo el cuarto. Dado que estaban bajo tierra no había ventanas.
No había demasiadas cosas: una cama/catre de un lado, en el centro una mesa circular con dos sillas y del otro lado un pequeño baño separado por una cortina semitransparente. Todos los objetos estaban pegados firmemente al suelo, no había lugar para ocultarse.
No acercamos a la de Angel, ella estaba recostada en la cama, en la mesa los restos de lo que fuera su comida. Al escuchar nuestro ruido levantó la vista.
—¿No es algo pronto para sacar más sangre...? —Al vernos se levantó sorprendida, intentó acercarse pero las cadenas unidas a sus muñecas se lo impidieron—. ¿Qué haces aquí? ¿Vienes acaso a terminar tu trabajo? —gruñó a Agnes
Instintivamente me coloqué delante de Agnes, ocultando medianamente su cuerpo con el mío.
—Sabes que estás aquí por tus crímenes —dije, por fin su mirada se clavó fulgurante sobre mí.
—No me hagas reír, Scar, estoy aquí por lo que ustedes me hicieron —extendió su brazo derecho, dejando ver el pequeño curita que cubría su vena—. Estoy aquí para que puedan experimentar conmigo como si fuera una vil rata de laboratorio.
Agnes se acercó a los barrotes, intenté detenerla pero no me lo permitió.
—Está bien —me susurró.
Angel clavó su mirada furibunda en ella.
—Te advertí que no confiaras en Scar ni en la Unión, ellos solo utilizarán tus dones... pero es lo menos que te mereces.
—Sabías lo que la desmodontinae hacía y aun así seguiste traficando con ella. Sabías que la Unión te perseguía y aun así intentaste matar a Scar y usarme a mí para eso ¡Ibas a usarme para matarla!
—Los humanos son débiles y patéticos, no es mi culpa que caigan en frenesí. Nosotros podemos contener perfectamente nuestros instintos, jamás debieron intentar copiar nuestras capacidades.
No pude evitar soltar una risotada.
—Ya no eres una de "nosotros", Angel, ahora eres humana.
Claramente pudimos ver cómo se hundía, la tristeza tomó el lugar de toda su bravura apagada.
—Eso lo sé, maldita sea, y es su culpa que esté así... ¡Terminen lo que empezaron y mátenme de una vez!
—Nosotras no empezamos esto, fuiste tú —habló Agnes con la misma voz tranquila—. Ahora tienes la oportunidad de restituir todo el mal que hiciste, con tu sangre estamos encontrando la manera de curar a los adictos.
—¡Me importan una mierda los humanos adictos! —escupió Angel.
Antes de que pudiera contestar un fuerte golpe en las puertas de seguridad nos interrumpió, una esencia muy poderosa comenzó a llenar el ambiente mientras los golpes se repetían.
—¡Maldición! Agnes, retrocede. —Tomé el brazo de Agnes para arrastrarla detrás de mí, sin despegar la vista de la puerta nos metía a ambas en la celda frente a la de Angel
Había reconocido la esencia, la sentí varias veces con anterioridad y su huella había estado en Angel cuando era vampira.
En cuando estuvimos ocultas por las sombras de la celda vacía la puerta interior explotó. Agnes soltó un grito y se aferró a mi brazo, pero la mantuve detrás de mí mientras la oscura figura se acercaba
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Un capítulo corto pero lleno de emociones, ahora si tengo varias preguntas para ustedes:
¿Qué opinan de la manera de pensar de Angel, están de acuerdo o en desacuerdo con ella?
¿Y quién creen que llegó? Bueno, es algo obvio pero ¿Cuáles creen que sean sus intenciones?
Nos leemos en el próximo capítulo ¡Sean felices!
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Red velvet (2° parte de Blue Velvet)
VampireEn un mundo donde vampiros y humanos han llegado a una convivencia pacífica en igualdad de condiciones, se creó una droga llamada "Desmodontinae" conocida simplemente como "Píldoras" se trata de una droga que otorga momentáneamente a los humanos las...