5.- Los secretos del sótano

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Delly me llamó dos días después del entrenamiento de Agnes para confirmarme que las dagas que le había pedido estaban listas

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Delly me llamó dos días después del entrenamiento de Agnes para confirmarme que las dagas que le había pedido estaban listas. Estaba con Agnes así que puse el altavoz

_ Vaya Delly, eso fue bastante rápido

_ Bueno, ya tenía unas en el stock así que solo tuve que arreglar algunas medidas y añadir los detalles que me pediste.

_ Perfecto, bajaremos por ellas entonces.

_Claro, por aquí las veo _ cortó la llamada

—¿Bajar? —Me preguntó entonces Agnes.

—La armería está casi en el último piso del sótano —le aclaré—. ¿Quieres ir a ver tu regalo?

Ella suspiró, aún no le terminaba de agradar la idea de llevar armas encima pero era necesario, además estaba segura de que con el tamaño de las dagas no haría nada de lo que pudiera lamentarse después.

—De acuerdo si se trata de un regalo tuyo no puedo ponerle peros.

La atraje para besarla, habíamos estado acurrucadas en mi cuarto simplemente platicando y haciéndonos algunos arrumacos.

—Ahora que, si quieres, podemos esperar un rato más... —me moví para quedar sobre ella y comenzar a besar su cuello.

—Me encantaría, pero me siento mal por hacer esperar a Delly, él se apresuró tanto en tenerlas listas... podríamos bajar rápido y luego volver aquí, aún falta bastante para el amanecer, —a pesar de sus palabras su respiración ya estaba algo agitada y su piel con ese exquisito tono rosáceo que me encantaba.

Me enderecé un poco, reluctante en realidad.

—¿Estás segura?

—No, pero si no bajamos ahora no lo vamos a hacer en un buen rato.

Reímos un poco mientras me levantaba y ella se acomodaba mejor la ropa. Salimos del cuarto tomadas de la mano para bajar hasta el sótano por el elevador.

—Nunca había bajada hasta aquí. ¿Qué tanto hay?

—Bueno, en realidad todo el edificio de la Unión aquí en Valquiry es bastante grande, hay un montón de lugares y cuartos. —divagué, ella solo me miró—. Entre otras cosas está la armería y el cuarto de práctica de tiro. Allí hacen tanto armas blancas como de fuego, aunque estas últimas no son tan recomendables contra los vampiros, la detonación siempre nos alerta así que es muy sencillo esquivar los disparos y el retroceso nos permite atacar antes de que puedan hacer algo más.

—Bueno ya, dime que lo que no quieres decirme, —me exigió utilizando su dura voz de alquimista, me rasqué la nuca insegura.

—Bueno... en el piso inferior hay una serie de cuartos de... "captura" —busqué la mejor palabra—, donde se tienen prisioneros a algunos traficantes que nos pueden dar información importante.

Agnes clavó la mirada en las puertas del elevador y ya no dijo nada; por primera vez luego de tantos años de existencia me puse muy nerviosa, sin saber exactamente qué decirle. Llegamos hasta el piso de la armería pero cuando las puertas se abrieron Agnes no se movió.

—¿Angel está allí? —preguntó con voz tan baja que aún mis sentidos vampíricos tuvieron trabajo por entenderlo.

—Sí, ella está en una celda en el piso superior a este. Esta resguardada con máxima seguridad y se vigila que todas sus necesidades, ahora humanas, estén satisfechas.

Agnes asintió y salió por fin del elevador

—¿Agnes?

—Quiero verla... está aquí gracias a mí.

—¡No! Ella está aquí por las acciones que ha tomado a lo largo de su existencia... Pero si lo que deseas es verla, iremos una vez que acabemos con Delly. Pero debes estar completamente segura que ella está aquí por sus actos crueles y criminales.

—Aun así quiero verla, —insistió, yo solo asentí.

Caminamos en silencio hasta la armería, dentro podía escucharse los agudos golpes que daban forma al metal. Podían escucharse también las explosiones bajas del cuarto de tiro a pesar de que estaba insonorizado, además el cuarto era bastante caluroso debido al calor de las forjas.

Nos acercamos a la mesa que estaba al centro antes de que Delly nos viera, al hacerlo nos saludó con una sonrisa antes de desaparecer por una puerta lateral. A los pocos minutos regresó con una enorme gran caja rectangular.

La dejó sobre la mesa y abrió la tapa lentamente, jugando con el suspenso. Cuando por fin terminó de abrir la caja y mostrarnos el contenido, los ojos de Agnes volvieron a su brillo normal.

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Hola mis queridos lectores, espero que se encuentren muy bien

Quisiera que me platicaran ¿Cómo se imaginan que son las dagas que mandó hacer Scar para su amada?

Por cierto, quiero decirles que soy muy feliz porque Blue Velvet está a solo 80 lecturas para llegar a las dosmil!!!! Me llena de emoción saber que ha llamado la atención de tanta gente y espero que siga así.  Que nuestras lindas Agnes y Scar tengan a sus seguidores y admiradores <3 

Red velvet (2° parte de Blue Velvet)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora