En un mundo donde vampiros y humanos han llegado a una convivencia pacífica en igualdad de condiciones, se creó una droga llamada "Desmodontinae" conocida simplemente como "Píldoras" se trata de una droga que otorga momentáneamente a los humanos las...
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—Damy, por favor, explícate ¿Dónde está Scar? —pidió mi hermana a la que fuera su mejor amiga.
—Me dijeron que corrías peligro, que ellos te tenían secuestrada. Así que planearon una trampa, me puse el suéter rosa que me prestaste la otra vez pues me dijeron que su olfato era muy agudo y eso la convencería. Agnes ¡Yo la lleve con ellos! Pensé que con eso te estaría ayudando pe-ero, no sabía de lo que eran capaces —la última frase a dijo con una voz tan baja que nos costó trabajo entenderla.
Yo solo escuchaba, no podía decir nada, no quería hacerlo. Se suponía que yo debía seguir molesto con ella por habernos abandonado, pero mi corazón no podía resistir mucho más el verla sufriendo de aquel modo.
—Por favor Damaris, dime que ella no... que ella está viva —le suplicó, todos nos quedamos atentos a su respuesta.
Y digo todos pues en ese momento habían entrado los otros dos vampiros que acompañaban a Scar en aquella ocasión que se llevaron a Agnes. Los miré por un par de segundos justo en el momento en que "aparecieron" en la sala un poco detrás de mi mamá, sabía que habían entrado por la puerta abierta y que solo por su velocidad era que pareciera que habían aparecido. Pero Scar era su amiga así que tenían derecho de saber lo que ocurría, no tenía sentido pelear con ellos por el momento. Además, si ellos sabían dónde estaba la otra vampira podrían ir por ella y dejarnos en paz.
—Lo está, pero no por mucho, ella se niega a darles lo que quieren, me dijo que no te pondría en peligro... —volvió a sollozar—. Los sabios están perdiendo la paciencia, cada vez ocupan sustancias peores.
—Dinos dónde está e iremos por ella —dijo el vampiro moreno dando un paso hacia nosotras.
—¡No! No pueden, hay un hechizo, dentro del edificio los vampiros se ven detenidos, sería peligroso.
Vaya, eso era magnífico, pero claro que los sabios no se arriesgarían a quedar desprotegidos ante los vampiros. Crucé una rápida mirada con mamá.
—No hay otra opción, no podemos dejar a Scar allí —insistió él.
—Sí que hay otra opción —dije entonces, antes de poder pensarlo mejor, poniéndome de pie—. Creo haber leído ese hechizo alguna vez y no afecta a los humanos.
—¿Elías? —me preguntó mi hermanita sorprendida, entendible luego de mi actitud.
—Solo necesitamos sacarla de allí ¿No? Será sencillo si no esperan que desde dentro hagamos algo.
Mis palabras hicieron que los vampiros se pusieran en guardia, mala elección.
—¿Desde dentro? —me inquirió el rubio, pero intenté ignorarlo o me arrepentiría de mi decisión.
—También somos alquimistas, aunque de esto no nos avisaron en ningún momento no se extrañaran porque entremos a las instalaciones normalmente.
—Podría ser otra trampa —comentó entonces, mirando hacia Agnes.
—Ellos quieren a mi hermana así que ella no irá, así de simple. Damaris ¿Crees que puedas llevarme hasta ella sin que se den cuenta? —ella asintió solamente.
—Pero Elías... —intentó decirme Agnes.
—No lo hago por ella, así que no te emociones. Lo hago por ti hermanita, porque como tu hermano mayor no soporto verte sufrir... y porque no quiero que manchen el nombre de los alquimistas así. —El rubio bufó algo que no entendí, pero el vampiro moreno se acercó un poco a mí.
—Aún así podría ser peligroso, incluso podría ser que ellos intentasen obtener de ti la misma información que buscan en Scar. Si esperas podemos reunir a un grupo de soldados humanos de la Unión, ellos te acompañaran.
—No hay tiempo —refuté— Y si somos muchos eso alertará a los sabios y los pondrá a la defensiva. Además, no me quiero ver acompañado de asesinos de la Unión, prefiero hacerlo solo —solté.
Los dos vampiros se quedaron viéndome sin decir nada ni expresar nada, solamente mi hermana me miraba con aquel sufrimiento irresistible en el rostro.
—Ellos, estarán con Scar hasta que casi acabe la noche. Las dos veces se han marchado poco antes de que saliera el sol...- nos dijo Damaris, al parecer tener un objetivo le hacía bien pues parecía poder controlarse mejor.
—Aún deben hacer sus actividades diarias para no llamar la atención de los demás —aventuró mi madre, quien por cierto me sorprendía que no se opusiera a mi idea medio suicida.
Aunque claro, ella sabía mucho más de estos alquimistas que yo, a pesar de lo mucho que me hubiera explicado.
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En esta ocasión conocimos un poco más a Elías, él también quería contar su parte así que le di algunos capítulos para que pudiera hacerlo.
¿Qué opinan de él? ¿Ustedes tienen hermanos mayores protectores? ¡Todos deberíamos tenerlos! :3
¡Sean felices hasta el próximo fin que nos leamos!
