El día siguiente fue igual de extraño que el anterior, le dije a Elia que no me sentía bien y me quedé en mi habitación el resto del día. No sabía exactamente qué era pero algo me molestaba, como cuando olvidas algo que tienes claro que sabes pero que en ese momento no puedes recordarlo.
Había estado dormitando en el mismo cuarto de Scar un buen rato hasta que un suave toque en la puerta me despertó.
—¿Agnes, estás aquí? —sonó la voz de Dust del otro lado de la puerta.
Terminé de despertar e intenté acomodarme un poco el cabello, si ellos ya se habían levantado quería decir que ya había anochecido de nuevo.
—Sí, pasa —dije mientras me estiraba a prender la luz.
Dragon y Dust entraron entonces, algo en sus rostros me preocupó, más en el silencio del usualmente jovial Dust.
—Lo lamento Agnes ¿Te hemos despertado? —preguntó Dragon mientras se sentaba en la cama, Dust se quedó de pie.
—Está bien ¿Qué ocurre?
Ambos guardaron silencio por unos momentos hasta que mis nervios se crisparon y mi corazón se aceleró por el temor.
—¿Has podido contactar a Scar? —preguntó Dust en lugar de contestarme.
Su pregunta me confundió, tomé el celular para verificar pero, en efecto, no había ningún mensaje ni llamada de ella.
—No, aún no ha marcado. —la maldición que soltó Dust incrementó mi preocupación—. Pero ella me dijo que iba a ir a una misión y cuando sale nunca me habla hasta que ha terminado.
—No debería tardar tanto, tenía el objetivo y la ubicación bien definidos... —dijo Dragon, pero en la manera en que desvió la mirada y bajó la voz al final supuse que había algo más que dudaba en decirme.
—¿Y? —le insté a seguir
—Intentamos contactar con ella pero no responde a nuestro llamado y ni siquiera contacta con nuestro vínculo —Dust había comenzado a caminar inquieto por la habitación—. Por un momento sentimos una breve molestia de su lado, pero inmediatamente desapareció.
Sentí casi como si una flecha real se hubiera clavado en mi pecho, mi respiración se cortó y mis ojos se llenaron de lágrimas.
—¿Creen que ella está...?
—¡No! No... —me interrumpió Dragon, levantando las manos como si no supiera qué hacer conmigo—. Si ella hubiera muerto lo habríamos sabido al instante, lo hemos sentido antes con otros y créeme, podríamos identificarlo. No, ella está viva.
—¿Entonces qué ocurre? ¿Por qué no pueden contactarla?
—No lo sabemos, es como si estuviera allí pero no pudiéramos alcanzarla. —En la voz de Dust podía adivinarse cierta frustración—. Como si una especie de barrera separara nuestras mentes lo suficiente para saber que sigue allí pero no para poder comunicarnos.
—¿Les ha pasado algo así antes?
—No, nunca. Queríamos saber si tú podías alcanzarla con el vínculo que comparten —me pidió Dragon.
—En realidad el vínculo alquímico es utilizado con contacto físico. —Una idea se encendió en mi cerebro—. Existe un hechizo alquímico que incomunica a las personas, les quita la capacidad de hablar... en realidad el hechizo habla de "comunicarse" no específicamente de hablar.
Divagué, ambos me miraron sorprendidos.
—¿Qué hechizo es ese? ¿Puedes revertirlo?
—No lo conozco, solo lo vi una vez —aún mientras hablaba ya había tomado una decisión.
—¿Dónde lo viste, Agnes?
—En las notas de mi hermano.
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¡Mis bonitos lectores! De nuevo, lo prometido es deuda, les prometí que en cuanto Blue Velvet alcanzar las 4 mil lecturas subiría el nuevo capítulo ¡Y lo alcanzó al día siguiente! Así que aquí está. Lamento que sea algo corto, pero espero que aún así lo disfruten.
Nos leemos el sábado, hasta entonces, déjenme sus teorías ¿Cómo creen que reaccionará la familia de Agnes si ella va a buscarlos?
¡Sean tan felices como yo!
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Red velvet (2° parte de Blue Velvet)
VampireEn un mundo donde vampiros y humanos han llegado a una convivencia pacífica en igualdad de condiciones, se creó una droga llamada "Desmodontinae" conocida simplemente como "Píldoras" se trata de una droga que otorga momentáneamente a los humanos las...