Capítulo 13

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Las oscuras nubes no se fueron nunca, y las olas aumentaron moviéndose con violencia, parecía una tormenta, pero no era tan fuerte como para considerarse una.

—Lloverá muy fuerte en pocas horas—le habló William sosteniendo con fuerza el timón retomando equilibrio, al príncipe quien estaba a su lado sosteniendo el mapa y que al escuchar el comentario del bucanero miró hacia el cielo confirmando su predicción.
—¿Es buena idea seguir navegando así?
—Si no nos movemos probablemente volque a Ursula.
—¿Podríamos cortar parte del camino a Inglaterra e ir directo a Portugal?
—Quizás sea lo mejor, no podemos arriesgarnos a seguir y que la tormenta se vuelva más violenta.

Jorge miró preocupado al pirata, abrió su boca por un segundo para decir algo pero un tripulante les interrumpió.

—Capitán, creo que una nave enemiga se acerca—dijo agitado, su vista se empezó a nublar y pequeñas gotas de agua comenzaron a tocar su cara.

William tomó el catalejo divisando una nave de madera oscura y a medusa de guía, era de nuevo Black Sam Kidd. "Qué bien, lo que faltaba" pensó queriendo tirarase de cabeza al mar.

—Trataré de que se vayan rápido, ¡tú!—señaló con un dedo a Jorge regañándolo—escóndete y no te atrevas a salir sin mi permiso.
—¿Qué? Pero...
—Nada de peros, no voy a arriesgarme a que te reconozcan—le habló muy firme, Jorge hizo una rabieta y dudoso con pasos lentos se dirigió al camarote del capitán.

Esta era una de las cosas que Jorge más odiaba de ser un príncipe ¡tenían que cuidarlo siempre! Ahora era uno de esos momentos en que se sentía inútil y quería demostrar lo contrario. Él ya no era un bebé, y reconocía que por ser de la realeza podrían hacerle daño solo para beneficiarse con eso, pero aún de todas formas ya era un hombre, podía cuidarse solo. Sin embargo debía de darle la vuelva al asunto y ver que William quería protegerle, era su responsabilidad de cuidar del príncipe hasta el final del viaje.

Ursula no tenía ninguna salida, así que William adelantó lo inevitable y dejó que la nave enemiga se acercara, la lluvia aún seguía leve y el cielo muy oscuro.

—¡Mi amigo! Te dije que nos volveríamos a encontrar muy pronto.
—Realmente no me esperaba tú tan rápida visita—la lucha de sonrisas hipócritas comenzó para estos dos piratas.
—Tenías razón, había cosas muy importantes en Nápoles, unas cuantas joyas nada más, pero creo que pude encontrar algo mucho más importante—divagó con las palabras el barbón.
—¿Ah si? ¿Qué pudiste encontrar? ¿nueva dentadura de oro?
—Oh, mucho mejor, un pequeño secreto del cual estoy sacando mis propias conclusiones—se acarició el bigote mirando con malicia.
—¿Un secreto? ¿Cómo puede ser eso más valioso que las joyas?—William parecía muy sereno por fuera, pero su corazón empezó a latir muy rapido.
—Escuché que hace semanas el príncipe de Gran Bretaña fue enviado por su padre en busca de algo muy grande.
—¿Y tú como pudiste saber eso? Ningún rey anunciaría la salida de su hijo si no quisiera que fuera asesinado en el camino—cómo demonios llegaban tal rumores a lugares tan lejos, sin duda la corte de España es bastante indiscreta.
—Yo no fui el único que visitó al rey Felipe.
—¿Y qué te hace pesar que yo sí?—tragó saliva una vez terminó la oración, su semblante serio caía poco a poco a uno enojado. El barco enemigo estaba lo suficientemente cerca cómo para de un salto en la plancha pasar a Ursula.
—"El Varon Edward Bachman era el acompañante del príncipe en esta búsqueda"—decía con ademanes imitando a alguien casi muriendo mientras sonreía de lado—debes de siempre cambiar los seudónimos mi amigo.

Y luego de una risa grotesca de parte del capitán del otro barco, muchos tripulantes enemigos salieron saltando a Ursula y sosteniendo espadas, la corte del rey no se quedó atrás y se puso en guardia dispuestos a luchar hasta la muerte y la gloria de una tripulación, William gracias a la resistencia de una soga atada desde cofa llegó junto al barbudo capitán que había pasado desapercibido al barco, apuntó a este con la espada que tenía en la mano directo a su cuello escuchando a su alrededor como ambas tripulaciones peleaban entre si, así comenzado una fuerte lluvia.

Mi Tesoro Más GrandeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora