26

1.1K 89 24
                                        

c a p i t u l o v e i n t i s e i s

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

c a p i t u l o
v e i n t i s e i s.

“ d e s c r u b i m i e n t o ”

LUNA.

—¿Vos decís? —pregunto no estando segura del todo y mirando para arriba para verlo a Francisco.

—¿Por qué no? —baja su mirada el para verme y esbozar una sonrisa, asegurando—. Ya va a ser dos meses que estamos juntos, mamá quiere conocerte.

Su mano acaricia mi cachete y me hace sonreír pero no despeja de todo mi cabeza de los nervios que ya me generan una posible cena en la casa de la mamá de Francisco con la mayoría de su familia y una presentación.

—No estés nerviosa boba, mis hermanas ya te conocen. Y les caes bien. —recuerda Fran.

Asiento y mi vista se va a la tele. Y con tan poco era feliz.

Aunque esta tarde nos habíamos juntado solo para que él me ayude con las cosas de la facultad y la verdad era que después de releer algo me tiré en sus piernas donde el estaba sentado en el sofá.

Y ahora me acariciaba mientras yo toda morza estaba súper acomodada por el.

Estos días no nos habíamos visto mucho, porque yo tenía muchas cosas que hacer en la facultad y cubrí a mi vieja todas las mañana en la florería. Más de lo normal.

Y en las tardes pasaba más tiempo con mamá, y anoche le había mandado mensaje que venga a verme, como iba a estar libre, porque no tenía clases y así vino cuando terminó de entrenar, y ahora nuevamente estaba disfrutando de tener a Apaolaza como novio.

—Bueno tortolitos.... —anuncia mi mamá entrando de golpe a la sala, cosa que hace me siente bien rápido para verla—. Voy a cenar con unas amigas, nos vemos más tarde.

—Que se divierta. —habla rápidamente Francisco mirándola.

Me hace sonreír y a mi mamá también.

—¡Cuidate! —le grito cuando llega a la puerta.

—Ustedes también. —nos mira para tirar un beso y salir de casa.

En ese silencio, que lo rompe el.

—¿Cocinamos juntos? —propone el.

—No. —respondo para mirarlo—. Vos cocinas feo.

Y Francisco larga esa carcajada hermosa que me encanta y también calienta porque no.

Estábamos en la etapa que lo hacíamos por lo menos dos veces si nos veíamos claramente, o en esa etapa que tu novio te encantaba tanto que todo el tiempo tenías ganas de comerlo a besos y más.

—Era jodita amor. —me burló para acercarme y agarrar sus cachetes y besarlo—. Vamos.

Me levanto del sofá para pasar encima de él pero me detiene cuando me agarra de la mano y me giro a verlo, ya es tarde cuando me besa muy intenso, aunque obviamente me dejo llevar.

Flores | Francisco Apaolaza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora