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c i n c o.

" m i e d o s "

LUNA.

Casi de rutina ese miércoles salí de la florería para ir directo a la parada y esperar el bondi, pensando en que cuando saliera de la facultad tenía que correr en algún local de claro para comprarme un chip nuevo.

Y recordé a Francisco y la escena del mediodía; capaz quede re mal por haber sido muy estúpida al hacer la pregunta de sí tenía novia, obviamente que el solo buscaba una amistad, tal vez una amistad como la que tuvimos en primaría, que se yo, era raro, era raro la forma en que el me miraba y me hacía sentir nerviosa, un poco.

Era una persona que no me daba vergüenza casi nada, ni sentía estar a veces intimidada por alguien digamos, era muy valiente ante cualquier situacion y podía sobrellevarla siempre, pero ver a Apaolaza tratando de tener contacto conmigo se me hacía completamente raro; aunque capaz solo era yo la que desconfiaba de todos los hombres últimamente.

Cuando tenga mi nuevo número estaba segura de algo, iba a hablarle, me vendría bien tener un amigo varón.

Llegué sobre la hora a la clase, y acá venía la clase que más me aburría de toda la materia, derecho. Cuando se hizo de noche, salía de la facultad con Valeria y recordé que tenía que comprarme el chip, así que ella me acompaño al local mas cerca que teníamos de claro.

—Me hablas para agendar tu número cuando lo terminas de configurar ¿tamos? —asentí y ella me dio un beso para darse la vuelta e irse.

Su novio le esperaba estacionado en un cordón, los observé un momento y se veían tan lindos, fue en ese momento donde desee tener novio y que fuera a buscarme a la salida de la facultad... Sabes lo pesos en sube que me ahorraría.

Llego entre vueltas a casa casi a las diez y mi mamá ya me esperaba para cenar, no pensé dos veces y fui a comer. Ni siquiera pensé dos veces en irme a dormir cuando terminé de limpiar la cocina con mamá, no aguantaba más, y me sentía cansada.

Al día siguiente me pasé, dormí más de lo debido, tenía suerte que esa mañana estaba libre y no tenía que cubrir a mi mamá en la florería así que antes de desayunar gané tiempo en bañarme para después hacer un desayuno casi almuerzo y volver a salir de la casa para llegar temprano a la facultad, ya que ese día me tocaba más temprano ir.

En el trayecto, que fui sentada por suerte en un colectivo no tan lleno aproveché para configurar mi celular con el nuevo chip, así lo hice y recordé lo que me dijo Valeria que le avise cuando estaba, así lo hice, le hablé y luego me acorde de Francisco.

Flores | Francisco Apaolaza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora