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c a p i t u l o :
v e i n t i d o s.
" u n i n d i c i o "
1 mes después.
La puerta del departamento se abre y deja ver a Juana a su hermano tirado en el sofá de la sala, sonríe a medias por verlo en el departamento y con la cara del chico mas aburrido del día.
—Que raro vos acá... —comenta para cerrar la puerta.
Francisco apenas levanta su cabeza para ver a su hermana con una mochila en el hombro.
—¿Donde andabas? —le pregunta para después volver a dirigir su mirada a la televisión.
—Estuve todo el día en la facu... —suspira para dejar la mochila encima de la mesa e ir a la cocina es busca de algo fresco para tomar.
Cuando vuelve con una botella de agua se fija que Francisco ni siquiera se había movido del sofá y seguía con la misma cara, entonces se sienta en el sofá individual a lado de él.
—Que raro verte acá. —le vuelve a decir.
Y claro que era raro para ella, desde que su hermano había empezado la relación con Luna, casi nunca lo veía en el departamento o al menos no solo y en esta semana lo había visto varias veces y ahora se había encontrado con Francisco así.
—Y solo raro... —sigue pensando Juana para preguntarle—. ¿Y Luna?
Mira a su hermano para ver su reacción, pero le decepciona observar que este apenas levanta sus hombros.
—No sé...
Y Juana suelta una carcajada, pensando que era una broma, pero deja de sonreír cuando el seguía con la misma postura.
—¿Pelearon? —pregunta intrigada.
Francisco ladea su cabeza y mira por fijamente a su hermana.
—No, pero... —duda en decirlo, su hermana espera la respuesta y finalmente lo dice—. No sé qué le pasa a Luna. Esta rara.
Y eso era lo que le tenía bajoneado al jugador de Estudiantes.
—¿Cómo rara? —cuestiona sin entender su hermana.
Francisco asiente y cruza su pierna encima de la otra sin moverse de su posición.
—Rara, no me habla, no me contesta, nada... —cuenta por primera vez—. Esta alejada.
