¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
c a p i t u l o :
v e i n t i u n o.
“ l a p r i m e r a v e z ”
LUNA.
Apenas habían pasado cinco días desde que me había puesto de novia con Francisco y hasta ahora fueron los días más lindo del año para mi, sonaba re intensa porque todavía no llegábamos ni a semana pero era así.
—Hola. —sonreí al entrar a su auto.
La sonrisa de Apaolaza se ensancha y se acerca para tomarme de la cara y besarme lentamente. De estas cosas me hablaba, con tan poco me sentí bien.
—¿Como estás? —pregunta separándose.
—Bien. —contesto sonriente y le limpio sus labios—. ¿Vos?
—Bien también. —me contesta y me besa rápidamente en los labios.
—¿Donde vamos? —pregunto con curiosidad.
—Te delineaste los ojos. —nota él y se me escapa una sonrisa porque no contesta lo que le pregunte—. Perdón, es que me gusta mucho, porque te resalta el color de ojos.
No sé que decir así que solo me río, Fran agarra mi mano para apoyar sus labios brevemente y dejar nuevamente mi mano en mi pierna y arrancar el auto.
Nuevamente vamos a comer al mismo lugar de la hace cinco días atrás, con la diferencia que estábamos un poquito más suelto y bueno... Seguimos actuando frente a personas como amigos.
La diferencia de esta noche es que volvemos a su departamento.
—¿Te acordás la noche de cuando se me acercó Matías? —pregunto cuando nos quedamos en silencio en el ascensor.
Francisco frunce su ceño y rápidamente me mira, se había puesto serio. Arquea una ceja y yo estoy aguantando las ganas de esbozar una sonrisa.
—¿Pellegrini? —pregunta el para asegurarse.
Asiento y el frunce un poco más su ceño, como si eso fuera posible.
—¿Llego a pasar algo con el? —rapidamente pregunta.
Y me río, porque me doy cuenta que Francisco es muy celoso.
—¿De que te reís? —me pregunta tratando de ser serio pero termina mostrándome su sonrisa hermosa.
—Nada. —contesto rápidamente e intento aclarar—. Pasa que ya te re fuiste...
Y no me aguanto y me río, Francisco no sé aguanta y se me acerca rápidamente para poner una mano en mi cintura y con la mano libre levantar mi mentón.