22.

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Fue una noche, una noche fresca donde YoungJae no estaba ni cerca del sueño.

Mirando al hombre frente a él, mirando al ser humano que lo salvó de la calle. Aquél hombre que le dio un techo donde vivir. YoungJae acaricia el rostro el mayor, mirando detalladamente cada centímetro de él.

Dos semanas de sensaciones indescriptibles; de revoloteos en el estomago y fuertes sonrojos, cuando JaeBum acariciaba su cabello, le hablaba cariñosamente o simplemente le miraba por más tiempo. Sensaciones que Internet había catalogado como enamoramiento.

Leyó muchísimo al respecto.

Todo parecía indicar que Choi estaba enamorado de Im JaeBum y no sabía qué hacer. JaeBum había notado un comportamiento ligeramente extraño en su menor, pero YoungJae nunca hablaría debido a que no quería que su hyung pensara que era un aprovechado.

Su mirada va, de forma no intencional, a los labios del pelinegro.

Torturosos y tentadores segundos pasaron lentamente, en los que YoungJae no podía despegar la mirada.

Estuvo más cerca, otro poco y después sentía la respiración de JaeBum en su rostro. Su corazón parecía querer salir de su pecho, él estaba perdido, encerrado en una burbuja. Nervioso y ansioso.

Estira sus labios y los pega a los ajenos para separarse en un santiamén. Sonrojado y acelerado.

-Buenas noches, JaeBum hyung.

Por supuesto no recibió respuesta, pero...

¿estaba JaeBum dormido?

Por una sonrisa [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora