Por una sonrisa [2Jae]

10.

—Dios mío. Lo lamento, YoungJae. Perdón, ¿dije algo malo?—Dice y de manera rápida lo abraza, besando sus cabellos.

YoungJae llora, pero no se mueve. Las lágrimas caen por sus mejillas, pero no es ruidoso mientras llora. Lo hace en silencio, como desde pequeño le obligaban a hacer. No ruido.

—YoungJae, lo siento tanto. Ya no llores, pequeño. En serio. ¿qué pasó?, Soy un idiota—.

Aun que lloraba, niega.

Quiere decirle que no lo es, pero las palabras ni siquiera pueden salir. El nudo en su garganta era grande y contenía los sollozos. No debía ser ruidoso. No ruido, se repetía.

—¿Es por las clases de cocina?

Niega.

—¿Quieres ir?—Cuestiona, separándose un poco y mirándolo atentamente.

El castaño asiente con la mirada en el suelo. No dura mucho ahí, porque el mayor le toma por el mentón y le obliga a mirarlo.

Se le parte el corazón al verlo por segunda vez tan roto, pero hace su mejor intento y pone una sonrisa tranquilizadora.

—Entonces deja de llorar, amor. Mañana mismo hablaré con Mark hyung para que comiences cuanto antes, ¿eso quieres? Cocinar cosas deliciosas, pasteles y hornear galletas, ¿sí?, ¿te gustaría?—El menor asiente, limpiando todo rastro de lágrimas de sus ojitos—Pero deja de llorar, Jae. Está bien. Lo que sea, está bien. Vamos a dormir, ¿quieres?

—Pe-pero no ha comido...

—No tengo hambre, tengo sueño. ¿Vamos?

desde que YoungJae llegó, habían dormido en cama de JaeBum. Ninguno tenía inconveniente.

—Vamos—.

Caminan hasta la habitación, juntos. Se acuestan en la cama luego de que apagan las luces.

YoungJae, –como en toda su vida–, cierra sus ojitos y se repite una y otra vez que mañana será un día mejor. Cuando JaeBum lo abraza por la cintura y besa su cabeza, ya no tiene duda de ello.

Si JaeBum estaba, por supuesto que sería un mejor día.