Por una sonrisa [2Jae]

30

Gracias por esperar❣

YoungJae suspira, mira hacia otro lado, pensando en sus palabras por decir y en las dichas por JaeBum.

—No me sentí mal con eso—Dice finalmente. JaeBum lo mira, esperando a que diga algo más—No me sentí obligado ni sentí que se estaba aprovechando de mí. No estoy confundiendo lo que siento por usted. Sé que me gusta. YuGyeom me quiere y yo lo quiero a él y no porque sé que nos queremos me entran ganas de besarlo. Sé que lo que siento a usted es diferente. No es la única persona de la que recibí amor, tengo a Gyeom.

—Es...

—Pero entiendo que usted sienta la culpa, sólo quiero explicarle que no hay motivo por el cuál sentirla. Es un gran hombre, es la mejor persona que he conocido y no quiero que deje de sentir que lo es sólo porque me besó. Si ésto lo puedo arreglar lo haré. Así que por su bien, lo mejor es que me marche de su casa.

JaeBum quiere llorar. Se siente colapsar. Estaba siendo consumido por la culpa de querer tanto a YoungJae y por el egoísmo de quererlo a su lado, por el debate en su cabeza de lo bueno y lo malo.

Sólo sabe que no quiere dejar a YoungJae en la calle.

—¿Es lo que quieres?—Le pregunta, porque siempre hará lo que el menor decida.

—Lo hago por usted—Murmura, mirándolo a los ojos porque no puede mentirle.

—¿Es lo que quieres?—Repite, insatisfecho con la respuesta.

—Quiero lo mejor para usted. Es lo único que quiero.

—No fue lo que pregunté.

—No se lo complique.

—¡Nunca quise que te fueras!, no es lo que yo quiero. Es difícil, es difícil contenerme a besarte o... quererte de la forma en la que te quiero. Pero tampoco quería que te marcharas. Lo dije sólo porque las cosas se complicaron, pero no era porque estaba cansado de ti. Dios, YoungJae, ¿Cómo demonios me voy a cansar de ti? De tus sonrisas, de tus desayunos, de tus cálidos abrazos, de tu ruidosa risa, de tu compañía. Nadie se cansa de eso, yo mucho menos. Vamos a casa.

—Hyung, si usted...

—Está bien. Yo sólo te doy la explicación de por qué dije eso. Es sólo una explicación. Si quieres hablar sobre eso vamos a casa y arreglemos las cosas.

—No quiero que usted sienta culpa porque gusta de mí.

—Ya no lo haré. Dijiste que correspondes mis sentimientos.

—¿Entonces seremos novios?—Se confunde, por eso cuestiona.

—No. No, YoungJae. Bueno, en un futuro, cuando seas mayor y hayas vivido más, aprendido más, crecido y amado más, lo veremos. Pero tengo qué esperar a que vivas un poquito más.

—Tengo diecisiete años.

—y yo veintidós. Soy mayor que tú.

—Tampoco es un anciano.

—No, pero lo hago porque te respeto. Vamos a casa, anda.

YoungJae le da una mirada. Todavía no estaba tan convencido de que JaeBum no sería consumido por la culpa, pero no podía mentir y decir que no quería vivir con él. Porque malditamente lo quería. Sobre todo ahora que sabía que JaeBum no lo veía como una molestia.

Un torturoso silencio para el mayor y luego el más bajo habla.
—Está bien, hyung. Vamos a casa.