20.

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YoungJae sonríe satisfecho cuando ve los trozos de fruta cortados y los panes tostados con mermelada en ellos. Acomoda todo meticulosamente en la mesa y camina a la habitación donde JaeBum estaba durmiendo plácidamente. Se pone de rodillas en la cama y con su bonita sonrisa en los labios, picotea el brazo de su hyung con su dedo índice.

—Hyung, ya es mañana. Es hora de despertar—Susurra bajito. Logra que el cuerpo del pelinegro se remueva y éste balbucee cosas—JaeBum hyung.

Como al tercer llamado y quinto zarandeo el mayor abre los ojos con dificultad y encuentra al menor a centímetros de él con las rodillas sobre el colchón.

—¿Mmh?

—¡Hice el desayuno para usted!, está todo muy rico. Bueno, fallé en preparar un platillo, pero es que me pasé de tiempo y se quemó. Pero le prometo que voy a ser más cuidadoso. Buenos días, por cierto.

—Buenos días, Jae. Qué lindo de tu parte preparar el desayuno—Sonríe mientras se quita el edredón sobre su cuerpo.

—Puede acostumbrarse. Seré su chef personal desde ahora.

Se levantan y caminan a la cocina.

—¿Lo serás?—Cuestiona con una sonrisa y mirada llena de diversión.

—Por supuesto—Bastante convencido se escucha el jovencito cuando asiente y responde positivo.

—No eres mi esclavo.

—No. Pero vivo aquí y si usted se encarga de las cuentas, yo me encargo de la casa. ¿o me deja encargarme de las cuentas?

—Por supuesto que no, YoungJae.

—Entonces se acostumbra sí o sí.

Y desayunan en silencio. Ambos con sonrisas en sus labios.

Por una sonrisa [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora